El coreógrafo y referente principal de la compañía Kukai, Jon Maya, considera que la danza constituye el papel de «hermano menor» en la saga de las artes escénicas pero, en los últimos años, el bailarín y su grupo ejercen de «hermanos mayores» en el actual panorama de la danza en Euskal Herria. Acaban de regresar de Gran Canaria, donde el lunes recibieron el premio Max al Mejor Espectáculo Revelación por «Hnuy illa», basada en los poemas del escritor exiliado Joseba Sarrionandia, y realizado en colaboración con la compañía teatral Tanttaka.

A pesar de que hayan transcurrido cinco días de aquella entrega de premios, Maya sigue satisfecho recibiendo felicitaciones por su trabajo. No obstante, Kukai sigue avanzando en su trayectoria artística y lo hace con una nueva obra experimental: «Soka». En colaboración con la coreógrafa Pantxika Telleria y partiendo de unos talleres de formación, fue tomando cuerpo este nuevo trabajo. «Es un proyecto esperimental, un espectáculo de calle, compuesto por cinco bailarines y dos percusionistas. Se desarrolla únicamente en la calle y contactará con un público diferente al que se encuentra en los teatros», explicó Maya. A pesar de que el estreno oficial tendrá lugar en la Feria de Artistas Callejeros del Humor de Leioa el próximo mes de mayo, la compañía ya ha realizado algún adelanto de la nueva obra y este domingo el público contará con una nueva ocasión para conocerlo en la fiesta que clausurará la Korrika en Gasteiz. De ahí acudirá además al Festival de Artes Callejeros de Valladolid, desde donde piensan iniciar una gira de actuaciones, tal y como lo están haciendo ahora con «Hnuy illa». El funcionamiento de Kukai también se ha visto transformado en las últimas semanas. Lo que en un principio era algo esporádico, ahora se ha profesionalizado: «Hemos avanzado en lo que se refiere al funcionamiento. Hemos intensificado nuestro trabajo. Antes era un ejercicio más puntual y hemos pasado a un trabajo diario, un factor que nos permite realizar más cosas y tener mayor implicación con nuestro propio proyecto», dijo.

Con el objeto de reforzar la danza en la sociedad vasca y, en concreto, en Errenteria, Kukai llevará a cabo un programa de sensibilización para que la gente de la calle se acostumbre a acudir a los actos culturales y promover así el trabajo de los artistas locales. En colaboración en el Ayuntamiento del municipio, ese programa prevé una serie de actividades entre la que se encontraba la visita del Malandain Ballet Biarritz a las instalaciones de danza errenteriarras. Kukai y la compañía labortana llevan ya varios meses en contacto y realizando algunos ensayos juntos. Según explicó Maya, su contacto arrancó con el espectáculo «Otehitzari biraka», con el que recibieron la ayuda Accueil Studio y que se ha vuelto a repetir con «Hnuy illa». En setiembre, por su parte, serán los guipuzcoanos los que acudan a Ipar Euskal Herria para actuar en Maitaldia, un festival de danza que cada año ve incrementada su importancia. Maya no descarta tener futuros proyectos en común con la compañía dirigida por Thierry Malandain, pero prefiere ser cauto en ese aspecto. «Las cosas surgen haciéndolas, pero ¡quién sabe! Mantenemos relación y eso es imporante. Al fin y al cabo somos dos agentes de la danza de Euskal Herria y siempre es bueno colaborar juntos», destacó. Maya sigue teniendo muy claro cuál es el camino a seguir de su grupo y el estilo al que se ciñen. Partiendo siempre de la danza tradicional, Kukai va poco a poco desarrollando nuevas tendencias y, al mismo tiempo, avanzando en su propia trayectoria. «Hasta ahora lo que más hemos hecho ha sido danza tradicional, porque nos hemos formado con ella, pero la danza contemporánea aparece cada vez más y, uniéndola a la tradicional, queremos seguir esperimentando», dijo.

Con Thierry Malandain a la cabeza, el Ballet Biarritz está metido en una vorágine de trabajo en la que se entremezclan la creación, la interpretación, el ensayo y la colaboración, todo esto acompañado de continuos viajes. Después de quince días en París, Bélgica y Suiza, y antes de partir hacia Italia y el Estado español, los bailarines y su director permanecen en Euskal Herria, pero no para descansar. En Donostia representarán este fin de semana una de sus coreografías más explosivas, «Las Criaturas». La obra, basada en la música de la única composición que hizo Beethoven para el ballet, se podrá ver en el Victoria Eugenia mañana y el domingo. También ofrecerán la misma obra en Biarritz, en la Gare du Midi, el próximo sábado 18 de abril. Y allí precisamente, están aprovechando este pequeño parón para comenzar a descifrar las pistas que determinarán la próxima creación de Malandain.

La nueva coreografía que está creando Malandain en estos momentos tiene como punto de unión la música de Tchaikovsky y probablemente se llamará «Magífico», como recuerdo de la palabra creada por Malandain en su infancia, en la época en la que la pronunciación no siempre sigue al diccionario. «Deliciosamente magnífico», según el creador, aunque también se puede ver como una mezcla entre la magia y la magnificencia. Se prevé que la nueva obra se estrene en noviembre en el Victoria Eugenia. La danza seguirá a las notas de las suites de los tres ballets más famosos de Tchaikovsky: «La bella durmiente», «Cascanueces» y «El lago de los cisnes». Se tratará de un ballet de una hora y cuarto, de los cuales ya están creados unos veinte minutos con la música de «La bella durmiente». «El estilo todavía no está totalmente definido. Voy a utilizar las cosas que hay en el estudio y no voy a seguir las historias de las obras, sólo voy a utilizar su música», explicó el coreógrafo. La concepción de este nuevo espectáculo se hará tanto en Biarritz como en otros países que visitarán los bailarines durante la gira. «Muchas veces tenemos que hacerlo así; es una necesidad, porque no tenemos tiempo para parar, pero en reliadad tenemos suerte porque bailamos mucho», explicó Malandain. Para no olvidar las partes de la coreografía que están creadas, las graban en vídeo y luego trabajan sobre esas imágenes. «Sino, se nos olvidaría todo, tanto a los bailarines como a mí. En octubre, al volver de China, los bailarines volverán a aprender la coreografía», argumentó Thierry Malandain. Mientras, el creador y su compañía visitaron ayer Errenteria y a sus compañeros de Kukai, entre ellos, a su coreógrafo principal, Jon Maya para quien Malandain sólo tiene palabras de elogio: «Desde la danza clásica yo intento hacer avanzar las cosas y Jon hace lo mismo a partir de la danza tradicional; por eso, tratamos de ayudarle con nuestros medios», declaró Thierry Malandain. «Realmente nos gusta mucho el trabajo de Jon Maya», dijo el director delegado de Malandain Ballet Biarritz, Yves Kordian: «Por eso lo hemos programado en el Maitaldia y vamos a tratar de ayudarles en la difusión en Francia». Al igual que Kordian, el director de Ballet Biaritz no oculta que piensan en una posible colaboración aunque, dado lo ocupada que está la compañía en los últimos tiempos, puntualizó que «podría hacerse, pero sería complicado. También me gustaría hacer una colaboración con Claude Iruretagoiena».

Sobre la gira que acaba de comenzar la compañía, Malandain no ocultó su satisfacción: «Hemos tenido éxito en todas partes. En Suiza incluso hemos tenido que hacer un espectáculo más porque había demasiada gente que se había quedado sin entradas. A pesar de la crisis, todo estaba lleno, como si la gente necesitara divertirse en estos malos momentos». Después de una corta estancia en Biarritz, la compañía de danza partirá a Italia y también estará en Granada en la inauguración del Teatro Museo de la Memoria de Andalucía junto con la compañía ruso-polaca Szymanowski. En setiembre, llevarán a cabo una gira en Sudamérica y, en octubre, será el continente asiático el que reciba la visita de los biarrotas, ya que tienen previstas varias actuaciones en China. En la tournée, los bailarines representarán diferentes obras de su repertorio. En Granada, por ejemplo, será «Carmen» la obra elegida y la coreografía que comparte con la obra «Don Juan». También interpretarán en sus actuaciones «El retrato del infante y El Amor Brujo», junto con «La sangre de las estrellas». Además de Donostia y Biarritz, otras ciudades también contarán con el placer de poder disfrutar de «Las Criaturas», con la música de Beethoven.

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