«Ya se sienten un poco los nervios, pero positivos. Somos doce hombres valientes que queremos hacer algo muy bonito. Hemos trabajado bien y el equipo va a regresar bien de la Final Eight», aseguraba ayer al mediodía, en el área de salidas del aeropuerto de Loiu Marko Banic.

La expedición del Iurbentia Bilbao Basket se hallaba «ilusionada» por su participación en la fase decisiva de la Eurocup, competición en la que los de Vidorreta tendrán que vérselas con el Zadar croata en el último choque de cuartos de final a partir de las 21.00.

Banic, procedente precisamente de la cantera del Zadar, es uno de los que con mayor ansia espera que se lance el balón al aire. Conoce a qué clase de equipo se van a enfrentar y apelaba a «sacar la intensidad» para pasar a semifinales.

«Ellos nos respetan mucho. Algunos dicen que van a pasar fácil, pero no saben lo que les va a esperar. No saben que tenemos jugadores buenos y que pueden hacerles daño y eso es bueno para nosotros. Tenemos que sacar nuestra intensidad y demostrar en la pista que somos mejor equipo que ellos», recalcaba.

Por su parte, Txus Vidorreta se hallaba más ambicioso si cabe. El de Indautxu dijo que su equipo «quiere jugar los tres partidos». Aun así, no perdía la perspectiva sobre el Zadar. «Se conocen de memoria, tienen un buen trabajo táctico y defensivamente han progresado mucho. Por tanto, será un rival complicado. Aun así, pase lo que pase, lo que hemos hecho este año es algo grande y vamos a seguir creciendo, estoy seguro».

Pronósticos a la basura

En lo que a la competición se refiere, los resultados mandaron a la basura todos los pronósticos, ya que Hemofarm y Lietuvos derrotaron a Dynamo de Moscú y Benetton Treviso respectivamente.

El cuadro serbio mostró un juego colectivo muy superior al moscovita, y guiados por Krstovic, se llevaron el gato al agua por 85-93. Mientras, los 23 puntos de Chuck Eidson llevaban al Lietuvos Rytas de Kurtinaitis a derrotar a los locales por 79-85.