En el Gran Premio de Malasia, que se disputa mañana a partir de las 8.00, colean los sucesos de Australia. Ayer, el director de la escudería Mclaren-Mercedes, Martin Whitmarsh, declaró que después de haber conocido que «había proporcionado información engañosa» a los comisarios de la prueba aussie, no había tenido mas remedio que destituir a Dave Ryan, director deportivo del equipo.

Whitmarsh explicó que «Ryan y Hamilton tomaron la decisión de no decir nada a los comisarios sobre las conversaciones de radio entre el equipo y el piloto, de manera unilateral, sin consultar a ningún superior» y añadió: «Cualquier persona que conozca a Davey sabe que él no engañaría deliberadamente a los comisarios».

El director de la escudería dijo que a la reunión con los comisarios «fueron con la intención de ser muy claros y sencillos. Pero creo que en el transcurso de esa reunión, como lo he comprobado con él en las últimas 24 horas, ha quedado claro que él no fue lo claro y exhaustivo que pudo haber sido», añadió.

Cuando se le preguntó si creía que Hamilton había sido sincero en la reunión, Whitmarsh respondió: «No, creo que Lewis no ha sido sincero del todo, pero hemos hablado con Davey, él era el miembro más antiguo del equipo y estaban juntos».

«Creo que hicieron frente a la situación y se equivocaron. Davey, como el alto miembro del equipo es responsable de lo que ocurrió y por lo tanto, tomé la decisión esta mañana -por ayer- de destituirlo», precisó.

Y añadió que la decisión sobre el futuro de Ryan, que ha sido enviado a casa, se tomará cuando el equipo regrese del GP de Malasia tras averiguar exactamente lo que sucedió.