El armamento nuclear centra la cumbre de Praga entre la UE y EEUU
Corea del Norte lanzó su satélite de comunicaciones suscitando la ira de la comunidad internacional. Las reacciones no se hicieron esperar, sobre todo, en la cumbre entre la Unión Europea y Estados Unidos, celebrada en Praga. El presidente Barack Obama pidió a los Veintisiete una respuesta conjunta ante lo que consideró una «provocación» norcoreana. Previamente, abogó por eliminar los arsenales nucleares, «el legado más peligroso de la Guerra Fría».
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Corea del Norte lanzó como había prometido su satélite de comunicaciones -un misil balístico para Corea del Sur, Japón y Estados Unidos-. La noticia sacudió la cumbre entre la Unión Europea y EEUU en Praga. Los Veintisiete y el presidente Barack Obama emitieron un comunicado conjunto de condena. La más enérgica fue tal vez la del mandatario estadounidense, que habló de «provocación» y «amenaza» norcoreana y reclamó un «firme mensaje».
«Con este acto provocador, ha hecho caso omiso de sus obligaciones internacionales, ha rechazado los llamamientos a la calma y se ha aislado aún más de la comunidad internacional. Tiene una vía para ingresar en ella pero no encontrará esa aceptación hasta que abandone su búsqueda de armas de destrucción masiva y respete sus obligaciones», remarcó.
Al margen de la cumbre, el Ejecutivo de Corea del Sur admitió que, según los primeros indicios, su vecino lanzó un satélite de comunicaciones y no un misil. Aún así, insistió en que se trata de una «provocación».
En esa línea se pronunció el primer ministro japonés, Taro Aso, que pidió la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU y más sanciones.
Según fuentes norcoreanas,, el aparato estaba ya en órbita y «emitiendo, en una frecuencia de 470 MHz», La Canción de Kim Il Sung y La Canción de Kim Jong Il, en conmemoración de los dos últimos líderes norcoreanos, padre e hijo.
Pyongyang lanzó su primer satélite, el Kwangmyongsong-1, en 1998. EEUU afirmó entonces que no encontró rastro alguno del satélite en la órbita. En julio de 2006, probó el misil Taepodong-2 pero explotó poco después de su lanzamiento.
¿Y ahora qué? ¿Cómo afectará este lanzamiento a las conversaciones que mantiene con Corea del Sur, Rusia, China, Japón y EEUU para acordar una salida al programa nuclear norcoreano?, se preguntaban los analistas. Para Donald Kirk, corresponsal del periódico «The Christian Science Monitor» y experto en Corea del Norte, el lanzamiento complicará «considerablemente» las conversaciones, «aunque también puede servir para que Washington ejerza una mayor presión a favor del diálogo y dé paso a un diálogo bilateral antes de reiniciar las conversaciones entre los seis», señaló en declaraciones la cadena qatarí Al Jazeera.
Leonid Petrov, también especialista en temas norcoreanos de la Universidad Nacional de Australia, subrayó que este «exitoso» lanzamiento encierra un doble y «fuerte» mensaje. «Uno va dirigido a sus enemigos: Corea del Norte dispone de nueva tecnología disuasoria, así que nadie debería interferir en los asuntos internos del país, de lo contrario, habrá represalias. El otro está destinado a sus aliados; `tenemos una tecnología superior que no se limita al lanzamiento de satélites'».
«Parece como si todo estuviera bajo control y que estamos ante un significativo desarrollo de la tecnología norcoreana, porque en anteriores ocasiones, no lo lograron. O bien fallaron en el intento o bien tuvieron que realizar una explosión controlada a los 42 segundos del lanzamiento», manifestó.
Desde la Universidad J.F. Oberlin de Tokio, el profesor de política Akikazu Hashimoto consideró que la posible imposición de nuevas sanciones por parte del Consejo de Seguridad de la ONU no hará cambiar de actitud a Corea del Norte.
Algunos observadores se mostraron optimistas una vez que decaiga la indignación inicial de parte de la comunidad internacional. «Tarde o temprano, Washington sugerirá la necesidad de un diálogo directo. Tal vez Pyongyang esté esperando ese momento», indicó Kim Tae Woo, vicepresidente del Instituto Coreano para el Análisis.
24.000 armas nucleares
Si bien Corea del Norte acaparó casi todas las intervenciones, la cumbre de ayer en Praga dio también otros titulares. Por ejemplo, el anuncio de Obama de eliminar en un futuro «la existencia de miles de armas nucleares, el legado más peligroso de la Guerra Fría».
Advirtió de que «el riesgo de un ataque nuclear ha aumentado», porque cada vez más países cuentan con armamento atómico y continúan las pruebas nucleares. Expresó el compromiso de EEUU «a buscar la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares. Es la única potencia que ha hecho uso de una bomba atómica y tiene por tanto el deber moral de actuar».
Su plan tiene tres pilares básicos; reducir y, a largo plazo, eliminar las armas nucleares, detener su proliferación en más países y evitar que grupos armados las adquieran.
Dijo que intentará que EEUU firme el Tratado de Prohibición Total de Ensayos Nucleares, suscrito por 148 países, entre los que no están China, India, Pakistán, Indonesia, Israel, Egipto y Corea del Norte. Se estima que hay 24.000 armas nucleares.
Abogó por negociar «un nuevo tratado internacional que ponga fin de manera verificable a la producción de materiales fisibles destinados a armamento nuclear». Aseguró también que convocará una cumbre internacional para abordar la no proliferación e instó a aumentar los recursos para fortalecer las inspecciones internacionales.
Propuso «un nuevo marco para la cooperación civil nuclear», que incluiría un banco de combustible nuclear, de tal modo que los países pudieran acceder a la energía atómica sin aumentar los riesgos de proliferación.
El discurso de Barack Obama en el Castillo de Praga estuvo rodeado de estrictas medidas de seguridad. El turístico Hradcanske Namesti, una explanada que alberga espléndidos edificios históricos y que ofrece una de las panorámicas más bellas de la capital checa, fue el lugar elegido por el presidente estadounidense.
Cerca de 30.000 personas atendieron su intervención, aunque no les fue nada fácil. Debido a los controles policiales, tuvieron que ir al menos cuatro horas antes. 4.000 agentes vigilaban las inmediaciones. La colina que rodea el Castillo y los accesos al Palacio de Congresos que acogió la cumbre quedaron cerrados completamente. Las pistas del aeropuerto Praga-Ruzyne también fueron clausuradas 30 minutos antes de la llegada de Obama. Las principales calles y puentes de Praga permanecieron cerrados durante todo el fin de semana.
El celo por la seguridad llevó a la Policía checa a prohibir los teléfonos móviles y cámaras fotográficas. Finalmente, esta restricción fue suspendida al considerarla demasiado severa. Lo que sí estuvo prohibido fue el uso de paraguas.GARA
Obama dejó claro que proseguirá con sus planes de instalar el escudo antimisiles en la República Checa y Polonia, a quienes elogió su «valentía a la hora de albergar la defensa contra estos misiles». «La actividad nuclear y de misiles balísticos de Irán supone una amenaza no sólo para Estados Unidos, sino para los vecinos de Irán y sus aliados», alegó. «En tanto permanezca esta amenaza, tenemos la intención de seguir adelante con un sistema de defensa de antimisiles cuya eficacia esté probada», insistió. Afirmó que «si la amenaza iraní desaparece, tendremos una base más sólida para la seguridad y desaparecerá el motivo principal en estos momentos para la construcción de este sistema».
En la línea del discurso mantenido hasta ahora, subrayó que EEUU quiere que «Irán obtenga el lugar que le corresponde en la comunidad de naciones, política y económicamente. Queremos apoyar el derecho de Irán a la energía nuclear pacífica sujeta a inspecciones, y esa es una vía que la República Islámica puede adoptar»..
En caso contrario, advirtió, «elegiría el aislamiento, la presión internacional y una potencial carrera nuclear en la región, que aumentará la inseguridad de todos».
Los planes de Obama no gustan demasiado a la población local. Según los últimos sondeos, dos tercios está en contra del escudo. Este rechazo quedó reflejado en la manifestación que ayer recorrió el centro de Praga. El millar de manifestantes tuvo que cambiar el itinerario por exigencias de la Policía. Parodiando el famoso «Yes, we can» de Obama, mostraron carteles en los que se podía leer «Sí, nosotros también podemos decir no al escudo antimisiles». «Desgraciadamente, no hay ningún cambio. Mantiene la misma concepción que Bush», declaró a AFP Jan Majicek, del movimiento anti escudo. «Seguiremos manifestándonos mientras no diga, `señores, esto se termina'», resaltó Jan Neoral, alcalde de Trokavec, localidad cercana al lugar donde Washington piensa instalar el escudo.
La visita de Obama a Praga se produce además en un momento crítico para la República Checa, cuyo primer ministro acaba de dimitir con todo su Gobierno. La situación se complica aún más teniendo en cuenta que el país ejerce la presidencia temporal de la UE.