Petronor redujo un 55% el beneficio neto en 2008, hasta 133,8 millones
Josu Jon Imaz, presidente de Petronor, explicó ayer que el beneficio neto del año pasado ascendió a 133,8 millones, lo que supone una caída del 54,8% respecto al obtenido en 2007. La causa de esa reducción fue la «brusca reducción» del precio del crudo y los productos derivados. Para 2009, anunció «medidas de austeridad» que no afectarán a la inversión de 820 millones en la planta de coque, porque «la viabilidad futura de Petronor depende de la misma», dijo.
Juanjo BASTERRA |
Petronor logró en 2008 un beneficio neto de 133,8 millones, lo que significó un frenazo del resultado del 54,8% respecto a 2007. Josu Jon Imaz, presidente de la refinería de Muskiz, y José Manuel de la Sen, consejero delegado, afirmaron que la reducción de los beneficios se debió «a una brusca caída de los precios del crudo y de los productos derivados del mismo», lo que propició «un impacto negativo en nuestras existencias».
El resultado antes de impuestos en 2008 llegó a los 143,2 millones, menos de la mitad que en 2007, que alcanzó los 362,9 millones. Por el impuestos de beneficios, Petronor ha pagado en 2008 un 6,5%, lo que supone 9,4 millones, casi tres veces menos del porcentaje de 2007 (18,32%), cuando contribuyó con 66,5 millones por ese concepto.
Altibajos del precio del barril
El resultado de la explotación de la refinería de Muskiz alcanzó 115,1 millones, «un descenso superior al 50% respecto al resultado del año anterior». Sin embargo, el presidente de la compañía reconoció que el resultado de explotación, «sin el efecto de existencias y sin conceptos no recurrentes», hubiera ascendido a 212,8 millones, un 5,3% más que un año antes, «gracias a una mejora del 2,8% del margen de refino unitario en euros por barril y a la optimización de las operaciones».
La caída del beneficio neto de Petronor obligará a la compañía, según anunciaron sus máximos responsables, a mantener «medidas de austeridad». Entre ellas, no contemplan posponer la polémica inversión de la planta de coque -Unidad de Reducción de Fuelóleo (URF), según su denominación técnica- porque «es capital para el futuro de Petronor, filial del grupo Repsol», precisó Imaz.
Recordó, por otro lado, que sus socios, tanto Repsol y BBK, y el Banco Europeo de Inversiones adelantarán la financiación de ese proyecto, que tiene un coste de 810 millones de euros.
Petronor, sin embargo, sí retrasará la puesta en marcha de una planta de biocombustible. En este caso, Imaz adelantó que han cerrado un acuerdo con la refinería Acciona-Bunge para el suministro de 200.000 toneladas de biocombustible por año «para atender las necesidades de los clientes de Petronor».
El acuerdo es por dos años, plazo en el que Petronor espera despejar algunas dudas sobre el mercado de este nuevo combustible y del uso de las nuevas tecnologías en el refino de los agrocombustibles. «Entonces, dentro de dos años, tomaremos una decisión si avanzamos o no con nuestro proyecto de la planta. Nuestra prioridad se encuentra en el proyecto URF», precisó.
Para los máximos ejecutivos de Petronor, la tensión sobre el precio del barril se mantendrá durante el período de crisis económica. Josu Jon Imaz no se atrevió a pronosticar si subirá el precio del petróleo este año, pero sí adelantó que cuando comience la recuperación «el barril del petróleo también aumentará, porque así lo dice el mercado».
La Coordinadora Anticoke anunció ayer que «no da por perdida su lucha contra la ampliación de Petronor a pesar del inicio de las obras». Según indica en un comunicado, con la aprobación del proyecto de ejecución, tanto de la planta de coque como de la planta de cogeneración eléctrica, el Ayuntamiento de Muskiz ha autorizado el inicio de unas obras «que oficialmente fueron iniciadas por la empresa el día 26 de marzo. Parece que la vía de los hechos sigue marcando el calendario y las respuestas institucionales a la actividad de esta empresa, que es la más contaminante de la CAV», afirma la coordinadora.
En este sentido, el presidente de Petronor, Josu Jon Imaz, reconoció ayer en la presentación de los resultados que el coste en impuestos de la planta de coque que ha fijado el Ayuntamiento de Muskiz de 18 millones, el doble de lo previsto por la compañía refinera, se tendrá que dilucidar a nivel técnico. «Es una cuestión técnica, que está fijada. Nos tendrá que llegar la comunicación oficial y después examinaremos la documentación. Estos impuestos por obras son similares, salvando las distancias, a cuando cualquier particular hace obras en su vivienda. Están reglados por la propia ley, por lo que analizaremos». Reconoció que mantiene con el Ayuntamiento de Muskiz una relación de «absoluta normalidad y cordialidad» y afirmó que empezaron con las obras, una vez que obtuvieron las licencias.
La nueva planta de coque estará construida en 26 meses, «para la primavera de 2011», y creará 94 empleos directos, y 240 personas subcontratadas..