BBK anuncia que venderá su participación del 10% de ACB por discrepancias en la gestión
BBK anunció ayer que venderá su participación del 10% en la Acería Compacta de Bizkaia (ACB) por discrepancias con la gestión que está realizando ArcelorMittal, propietaria de la acería. La multinacional mostró su sorpresa por la decisión de la caja.
GARA |
Las «constantes desavenencias» con la dirección de la compañía en relación al papel que se le asignaba a ACB en el seno del grupo multinacional son las razones alegadas por BBK para vender su participación del 10% en la acería.
ArcelorMittal mostró su sorpresa por el anuncio y fuentes de la multinacional, que evitaron valorar la decisión de la caja, indicaron que representantes de ambas entidades mantuvieron un encuentro y que no se mencionó la cuestión.
Horas después la caja dio a conocer que saldrá de ACB por las discrepancias que mantiene con la dirección de la compañía. Las desavenencias se pusieron de relieve en 2006, poco después de que Mittal presentase una OPA sobre Arcelor. El presidente de BBK, Xabier de Irala, se mostró dispuesto a acudir a los tribunales por considerar que los gestores de Arcelor habían incumplido los acuerdos internos que garantizaban la viabilidad de la Acería Compacta de Bizkaia (ACB). Criticó entonces que mientras que el grupo, en el marco de una coyuntura favorable, había logrado obtener en 2005 «un buen ejercicio económico» (con unos resultados de 3.846 millones de euros), ACB había presentado unas pérdidas de 33 millones de euros.
Irala acusó al grupo de vulnerar el acuerdo que establecía un «sistema de fijación de precios de transferencia de la bobina de acero de ACB a Arcelor» que garantizaba la viabilidad de la planta. A estas discrepancias se intentó dar solución con un acuerdo suscrito en 2006 por los diferentes accionistas, en el que se contemplaba una salida ordenada de BBK de la acería. La caja tenía opción de vender su participación entre el 1 de enero y el 15 de abril, y ayer anunció su intención de ejecutar esa opción de venta.
BBK se negó a firmar las cuentas de 2004 y anunció que también las de 2005, tras perder la confianza en los gestores. ACB perdió 33 millones en 2005, frente a una previsión de beneficio de 30 millones.