DERBI EN EL SADAR La pelea del gol
Cuestión de seguridad
El Athletic intenta conseguir la fortaleza defensiva que tantos réditos está ofreciendo a Osasuna.
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
Como los niños que prefieren el juguete de su amigo, también Athletic y Osasuna llegan al derbi con ganas de que se les pegue alguna virtud del rival. Evidente cuál es en cada caso: la capacidad realizadora de los rojiblancos y, más aún la seguridad defensiva de los navarros.
Osasuna es, de hecho, el cuarto equipo que menos goles ha encajado esta temporada. Una circunstancia especialmente llamativa, teniendo en cuenta la maldición que parece perseguir a sus zagueros y que ha impedido, primero a Cuco Ziganda y ahora a José Antonio Camacho, dar la más mínima continuidad a la defensa. Pero el equipo ha sabido proteger a su portero y la reacción que está protagonizando en la segunda vuelta, de hecho, está teniendo mucho que ver con ese trabajo.
Sólo el Real Madrid lo ha hecho mejor que Osasuna en el plano defensivo en la segunda vuelta. Los rojos apenas han encajado siete goles, lo que les ha permitido sumar en estas diez jornadas 19 puntos más que los que consiguieron en toda la primera vuelta.
Justo lo que necesita el Athletic, como vienen reclamando los propios jugadores rojiblancos de cara a la reacción que necesitan protagonizar en las próximas semanas. De momento se mantienen como el tercer equipo más goleado de la categoría, superando incluso los tantos que encajaron en toda la temporada pasada. En una progresión inversa a la de Osasuna, el Athletic ha encajado en las diez primeras jornadas casi tantos goles como en toda la primera vuelta. Y eso que, también al contrario de lo que sucede con los navarros, Joaquín Caparrós ha mantenido su estructura defensiva casi sin excepciones -Iraola, Ocio, Amorebieta y, desde su regreso, Koikili sólo han salido del once forzados por lesiones o sanciones-.
La situación no es nueva para los bilbainos, que hace una vuelta se encontraban en situación similar: pocos puntos (seis entonces, ocho ahora) y muchos goles en contra (veinte en ambos casos) en los diez primeros partidos. Fue, precisamente, el derbi de San Mamés el que marcó el punto de inflexión en su trayectoria. El Athletic, después de muchas semanas sin conseguirlo, dejó su puerta a cero y, bien porque fue el empujón que necesitaba, bien porque el trabajo empezaba a dar frutos, enlazó la racha que acabó con sus penurias. Fueron veinte puntos en nueve jornadas, cimentados en buena medida en la recuperación de la seguridad defensiva que tanto había hechado de menos y que le llevaron a encajar nueve goles.
El olfato
Lógicamente, quiere repetir la experiencia, aunque la mejoría defensiva no fue la única baza que jugó en su favor. Con muchos más goles en contra que la mayoría de sus perseguidores en la clasificación, el Athletic tiene mucho que agradecer al olfato de sus jugadores. Sobre todo Fernando Llorente, responsable directo de la consecución de muchos puntos gracias a sus doce goles, pero también el de hombres como Andoni Iraola o Javi Martínez, especialmente entonados esta temporada.
Por ahí pasa, precisamente, el punto flaco de Osasuna, al que incluso le cuesta más marcar que encajar. Sólo Recreativo y Espanyol han marcado menos goles que los rojillos a los que, de nuevo, está salvando su capacidad para rentabilizar esos pocos tantos.
El domingo se verá cuál de los dos equipos saca mayor provecho de sus virtudes.