La acusación que ejerce la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa (TSJN) contra José Diego Yllanes, de 27 años, como autor de la muerte por estrangulamiento de la joven irundarra Nagore Laffage Casasola podría suponer a una condena de 20 años de cárcel al calificar los hechos de «asesinato».

Según la investigación de la Policía Foral, Laffage murió estrangulada en la mañana del 7 de julio de 2008, en plenos Sanfermines, en un piso del barrio iruindarra de Donibane, propiedad de la familia del acusado. Durante su declaración ante el juzgado, Yllanes Vizcay confesó haber matado a la joven, pero manifestó que debido a la cantidad de alcohol ingerido había pasajes de aquella noche que no recordaba.

Sin embargo, ante los resultados de la autopsia y el resto de pruebas incluidas en la causa, así como dado las contradicciones en el testimonio del joven al confrontarse con los de los testigos, el Ministerio Fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de «asesinato» y no un homicidio.

Entre los aspectos de la investigación, la Fiscalía da por probado que la víctima subió acompañado por el procesado a la vivienda, con el que había coincidido poco antes. Una vez en el piso, el siquiatra residente de la Clínica Universitaria de Navarra, donde Laffage realizaba prácticas de Enfermería, consumó el crimen, según la versión policial. Más tarde, el acusado trasladó el cuerpo de la joven hasta un paraje de Orondritz, en Erroibar, donde fue hallado por ciudadanos que informaron a la Policía Foral.

El juicio se celebrará en los próximos meses mediante el procedimiento de jurado popular. La acusación del fiscal no es la única, ya que existen cuatro acciones populares ejercidas por el Instituto Navarro de Igualdad, las Juntas Generales de Gipuzkoa, así como los ayuntamientos de Iruñea e Irun. La familia de Laffage también se ha personado en la causa y ha convocado varias movilizaciones para «pedir justicia».