El pueblo iraquí reclama el final de la ocupación militar del país y la devolución de su soberanía
Decenas de miles de personas tomaron ayer el centro de Bagdad en una manifestación desarrollada para reclamar el fin de la ocupación de las tropas extranjeras, en el aniversario de la caída de la ciudad a manos de las tropas estadounidenses. Al frente del acto estaba el clérigo chií Moqtada al-Sadr, principal líder de la resistencia iraquí que se ha enfrentado a los soldados del Ejército norteamericano en lugares como Najaf, Basora y Ciudad Sadr. Durante la protesta, los asistentes prendieron fuego a muñecos del ex presidente de EEUU George W. Bush, principal responsable de una situación insostenible que, sin embargo, se prolonga ya seis años.
Seis largos años que han deteriorado hasta tal punto el país que ninguno de los escenarios posibles para el futuro de Irak se presenta optimista. Sin embargo, y a pesar de ello, no cabe duda de que cualquiera que sea el camino a seguir pasa por la irrenunciable retirada de las tropas de ocupación y la devolución de la soberanía al pueblo iraquí. Ayer, el clérigo Moqtada al-Sadr lanzó un significativo gesto pidiendo a los manifestantes que estrechasen la mano de «sus hermanos» de las fuerzas de seguridad.