Alrededor de 120 escritores se dieron ayer cita en Sarako Idazleen Biltzarra, haciendo honor a su nombre. Sin embargo, fueron muchos más los reunidos en Sara, dando una idea de la importancia que de año en año ha ido adquiriendo, hasta convertirse en una cita que, lejos de pasar desapercibida en el mundo de la literatura vasca, atrae la atención y la presencia escritores, editores y lectores de toda Euskal Herria. No es una cita nueva en el calendario vasco, toda vez que la de este año ha sido la vigésimo sexta, pero tal y como apuntaban las últimas ediciones, y así lo ha confirmado la de este año, Sarako Idazleen Biltzarra ha ido creciendo cuantitativa y cualitativamente hasta demostrar que se ha ganado un lugar destacado en la agenda cultural vasca. Por otro lado, Sarako Biltzarra no ha quiso perder la ocasión de otorgar el premio especial al veterano semanario «Herria» con motivo de la publicación de su número 3.000. Pocos serán quienes muestren su desacuerdo o pongan en duda el merecimiento del premio especial entregado a esa publicación que sin grandes alardes ha sido y es un referente en la historia de la prensa escrita en euskara.