SEGUNDA El equipo de Lillo no aprovechó sus claras ocasiones para sentenciar en un gran primer tiempo
La injusticia arbitral deja a la Real sin opciones reales
Un penalti sancionado a Carlos Martínez en una jugada en la que toca el balón golpeó a los blanquiazules a los dos minutos de adelantarse en el marcador. Un error del lateral fue aprovechado por el bigoleador Nino.
REAL SOCIEDAD 1
CLUB DEP. TENERIFE 2
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real se queda sin opciones reales de ascender a Primera de la forma más cruel y más reveladora de lo que ha sido toda la Liga. Tras la mejor primera hora de la temporada, premiada con el séptimo gol de Abreu, Lizondo Cortés pitó un penalti inexistente que metió en el partido a un Tenerife que lleva catorce jornadas sin perder y los blanquiazules se tuvieron que rendir ante ese único obstáculo con el que no han podido luchar.
El equipo realista ha tenido que superar el desastre que se vivía en este club hasta diciembre, que se tradujo en una planificación inadecuada que motivó que a última hora se fichara por un dinero que no había a dos jugadores que no han aportado nada y se pagara la mitad de su sueldo para que se fuera a un jugador que ayer era el primer recambio de un equipo llamado a subir a Primera División.
Con una plantilla muy justita, ha tenido que superar las lesiones de larga duración de jugadores fundamentales como Xabi Prieto, Elustondo y Díaz de Zerio. Ha tenido que superar la ansiedad que vive un club cuyo futuro depende del ascenso. Con todo eso ha podido, también con la mayoría de los rivales que no han tenido esos inconvenientes, pero contra la injusticia arbitral no hay combate posible.
Si los árbitros hubieran impartido justicia en todas sus decisiones la Real sería líder y hoy está sin opciones de subir. Porque aunque Lillo hizo bien en marcarse el objetivo de sumar los 27 puntos que faltan -con la trayectoria imparable de los rivales directos parecen necesarios esos 77 para subir, máxime cuando el average está perdido con casi todos los rivales-, pero en nueve jornadas siempre tiene que haber un margen para el error y ya está agotado. Y sobre todo esta temporada, hay que contar con el error... arbitral.
La decisiva de ayer es la decisión arbitral que puede admitir algo de discusión, porque en una toma de la televisión se aprecia que Carlos Martínez toca a Kome antes de llegar primero al balón, pero cualquier persona que entiende el fútbol no puede sancionar penalti en una acción en la que el defensa cambia la trayectoria del esférico de esa manera. En la mayoría de las disputas laterales hay contacto y el lateral navarro no llegó antes al balón por tocar al rival.
Pero hay que entender este deporte y la mayoría de los árbitro no lo entienden y así maltratan a este juego y han machacado a la Real. Poco antes del penalti hubo otra acción similar en la que Aranburu quitó a un adversario el balón limpiamente y también le pitó falta. Es el problema del fútbol, que se deja en manos de los peores del espectáculo la facultad de decidir los partidos con la esperanza de que a lo largo de la temporada se compensen los errores que benefician y los que perjudican. Y a la Real le perjudican hasta los que le benefician, porque de pitarse en Eibar el penalti a Moha es posible que le hubiera dado tiempo a remontar con once y no habría llegado el sancionado.
Una gran hora de fútbol
Esa jugada fue la clave del partido. Hasta entonces la Real había dado un auténtico baño al Tenerife en una demostración de que el fútbol es un juego y no una ciencia matemática. La Real atacó mejor cuando tuvo en el campo más jugadores defensivos, sobre todo porque los cuatro que dominaron el centro del campo recuperaron el balón muy arriba y eso les permitía llegar al área con facilidad. Así Aranburu tuvo tres ocasiones clarísimas gracias a ese talento y esa intuición que le lleva a ocupar la parte del área en la que puede caer el balón. Su problema es que, a pesar de los tres que lleva en las últimas seis jornadas, no es un goleador, sobre todo con su pierna buena. Gerardo también tuvo otra clara opción en un primer tiempo que hizo vibrar a la afición, pero falló el acierto que le ha faltado todo el año a un equipo en el que el arte del gol es patrimonio casi exclusivo de Abreu... y Agirretxe. Aún alguno discute al uruguayo pese a sus siete goles y pide la presencia de un Necati que no debería quitar ningún minuto más al usurbiladarra.
Curiosamente el gol de Abreu llegó cuando más se acercaba el Tenerife al área de Bravo, pero si parecía entonces que lo más difícil estaba hecho, Lizondo Cortés equilibró una contienda que se sentenció en un error de Carlos Martínez que Ansotegi no pudo enmendar. A partir de ahí el partido cambió radicalmente.
La solicitada presencia de Necati junto a Abreu perjudicó. Xabi Prieto hacía lo que quería con un Pablo Sicilia que tenía una amarilla en un duelo desigual que podía permitir a Lizondo compensar su penalti con otra tarjeta y Lillo se equivocó al poner a Necati ahí. Además la Real acusó demasiado el golpe del 1-2 y no fue la misma de la primera parte. Pero a pesar de todo tuvo opciones de empatar y faltó que Xabi Prieto se tirara como Kome tras salir desequilibrado de una entrada de un defensor rival dentro del área. Quiso jugar a fútbol y seguir pese a la falta y en este fútbol injusto los que arbitran premian al que quiere engañar y castigan al que quiere jugar con deportividad. Y a esos no se les puede ganar. Por eso la Real no podrá subir a Primera.
La Real descansa hoy y mañana y el martes regresará a los entrenamientos a las once en Anoeta a puerta cerrada para comenzar a preparar el partido de Huesca. El entrenamiento estaba previsto en Zubieta, pero se traslada a Anoeta porque se presentará la equipación del Centenario.
En el descanso los ex jugadores realistas Kodro, Idigoras y José Mari Martínez y el capitán del Sanse Kintana entregaron unas camisetas de obsequio a cuatro aficionados elegidos por sus frases sobre el Centenario y también actuaron unos malabaristas que fueron ovacionados.
El filial blanquiazul busca una victoria sobre el Sestao a las doce en Zubieta que le permita respirar en su lucha por evitar el descenso a Tercera División. Quedan cuatro jornadas y en la siguiente se recibe a un Real Unión con el primer puesto asegurado y esos seis puntos son claves.
El segundo juvenil de la Real ganó 7-0 al Hernani y logró el segundo puesto de su categoría tras el Athletic gracias al empate entre Indartsu y Arenas. El primer juvenil juega a las doce en Eibar su último partido de la temporada mientras que el cadete ya ganó su partido al Tolosa (3-0).
Preguntado por las opciones de ascenso, Juanma Lillo recordó que hace tiempo se dijo que «no teníamos ninguna y seguimos igual, con más distancia. Nuestra obligación es llegar a 77 puntos, pero de tres en tres. No se pueden sumar 27 puntos el mismo día. Ahora, a ganar en Huesca. Vendeburras no soy. Hay que ganar de tres en tres y lo hicimos durante cuatro semanas. De nueve ganar nueve es jodido, pero podemos ganar los cuatro siguientes y hablar de todo».
Entendía que el partido fue «la metáfora del campeonato. Hemos hecho más méritos del rival en casi todos los partidos y tienen mala suerte los árbitros con nosotros. No hace falta la certificación de hecho para tomar una decisión contra nosotros y hay que tener precisión de relojero para ver que le toca Carlos. No he vivido lo de este año en mi vida. Es muy mala suerte, cada vez que han tomado una decisión que se ha descubierto que no era, ha sido siempre en nuestra contra. Acabamos de marcar y no nos ha dado tiempo ni para ver qué iba a hacer el contrario. Y Carlos ha llegado bien y ha hecho lo que debía, cortar el balón».
Admitía que «no hicimos gol cuando éramos muy superiores. Es lo primero a evaluar al hablar del resultado. Luego que considere penalti eso ha cambiado las circunstancias, pero hasta el final pensaba que si empatábamos ganábamos».
El técnico del Tenerife, José Luis Oltra, dijo que «esta victoria es muy importante. En el primer tiempo la Real nos superó con claridad, han jugado muy bien y hemos tenido suerte de escapar vivos. En la segunda tuvimos más oportunidades y la suerte necesaria. Hubo una parte para cada y ellos fueron más superiores en la primera que nosotros en la segunda y no descarto a la Real para subir. Me ha gustado mucho y tiene capacidad para coger una racha. Tiene muy poco margen de error, pero si juega a este nivel es difícil que se le escapen puntos. Hoy nos han superado».
