Etxerat constata el «fracaso político» de la dispersión y de sus promotores
Ha generado muertes y sufrimiento, pero para Etxerat tras estos veinte años se demuestra el «fracaso político» que ha supuesto y supone la dispersión carcelaria. Sin embargo, emplaza directamente a los ciudadanos a adquirir compromisos para erradicar la dispersión y la permanente conculcación de los derechos de los presos vascos. Las miles de personas que ayer acudieron a Durango ya se han comprometido.Gari MUJIKA |
Miles de personas respondieron ayer a la llamada realizada por Etxerat para acudir al centro Landako de Durango, en el que se desarrolló un emotivo acto en denuncia del vigésimo aniversario de la aplicación de la dispersión carcelaria a los presos políticos vascos que, tal y como recordaron, se aplicó bajo el mandato del PSOE y el impulso de formaciones como el PNV. En Landako escenificaron, pese a la más que evidente vigencia de la dispersión, la defunción de esa herramienta «violenta», en tanto en cuanto no han conseguido los objetivos políticos pretendidos durante estas dos décadas.
Tras una semana repleta de actos y movilizaciones en denuncia por los veinte años de implementación de la dispersión, la Bira organizada por la asociación Etxerat finalizó ayer en Durango con la participación de miles de personas que abarrotaron Landako. En esta ocasión, además, sí pudieron participar los familiares, allegados y amigos de los cerca de 740 presos políticos vascos, ya que a lo largo de este fin de semana, con objeto de redoblar la denuncia contra la dispersión, los presos han llevado a cabo una huelga de comunicaciones en las cárceles francesas y españolas.
De las palabras a los hechos
«Por debajo de todas las tormentas y por encima de todos los controles, muchas gracias por acudir a Durango». Así comenzó el acto nacional de Etxerat, con un más que comprensible retraso por los retenes co- locados por la Guardia Civil en distintos puntos del país. Controles que, como siempre, no fueron impedimento para que miles de personas expresaran su compromiso en defensa de los derechos de los prisioneros políticos vascos.
Ésa fue, el compromiso, la palabra más utilizada y, a la vez, la más demandada por quienes tomaron la palabra. Y ése fue, además, el principal emplazamiento que realizaron desde Etxerat: un requerimiento para pasar de los hechos a las palabras, seguir mostrando la solidaridad y adquirir compromisos para poner fin a «esta criminal política carcelaria» que, como recordaron, ha segado la vida de 16 familiares en las carreteras y de 21 presos políticos vascos en las cárceles españolas y francesas.
«Euskal Herriak dispertsiorik ez» ha sido el lema principal con el que los familiares han recorrido durante esta semana la geografía vasca a bordo de cuatro furgonetas. Y con la pancarta que ha recorrido esos miles de kilómetros, los propios familiares fueron recibidos entre aplausos y con un pasillo de decenas de banderolas en pro de la repatriación de los presos vascos. Los emotivos aplausos dieron paso a una actuación musical que describía la vivencia de un detenido tras su paso por la ruleta de la tortura y de la «ruleta de la muerte» que sigue suponiendo la propia dispersión.
La hora de dar un nuevo paso
Más de trescientos accidentes de tráfico, 21 presos vascos muertos en prisiones, 16 familiares fallecidos en la carretera, millones de kilómetros recorridos, un gasto anual de 20.000 euros por cada familia, casi 15 millones de euros al año... Ése es el balance que ha generado la dispersión carcelaria. Una herramienta «violenta» que, según entienden desde Etxerat, no ha conseguido los objetivos políticos marcados y por lo que ahora desde Madrid y París se empecinan en recrudecer aún más la represión carcelaria.
También recordaron cómo desde instancias internacionales han denunciado ese proceder, aunque «los estados siguen haciendo oídos sordos». Ante el endurecimiento de las penas, ante la imposición de la cadena perpetua, ante el «secuestro» de quienes deberían de estar libres por haber cumplido ya su condena, Etxerat subrayó que es hora de dar un nuevo paso, con objeto de aglutinar fuerzas y compromisos para erradicar de una vez por todas la dispersión.
Mensaje del Colectivo
Siete dantzaris subieron en ese momento al escenario, ofreciendo un recital a cuyo término los dantzaris descubrían sus camisetas, haciendo una composición en la que se podía leer «Presoak etxera!».
Acto seguido, tres bertsolaris desgranaron en verso las consecuencias de la dispersión, hasta que en la pantalla gigante apareció el logotipo del Colectivo de Presos Políticos Vascos y una voz leía el comunicado que hicieron llegar expresamente para el acto de Landako.
En el comunicado agradecían la solidaridad mostrada y emplazaban a seguir adquiriendo compromisos en la defensa de sus derechos, a la vez que admitían que pese al sufrimiento generado por la dispersión, «luchar merece la pena». También denunciaron las maniobras intoxicadoras de Madrid, que en las últimas semanas han aumentado, intentando dar a entender que «no hay solución posible y que la cárcel y el conflic- to serán para siempre».
El momento más emotivo, sin embargo, llegó con el video que repasaba los veinte años de la dispersión y la pantalla gigante comenzó a mostrar los rostros de los 21 presos y 16 familiares fallecidos. Al grito de «Herriak ez du barkatuko», miles de gargantas sonaron al unísono, con cientos de lágrimas surcando las humedecidas mejillas. Lágrimas que hacia el final del acto volvieron a surcar cientos de rostros al salir al escenario los familiares de esos 21 presos y 16 familiares muertos. Todos ellos fueron recibidos por las miles de personas puestos en pie, aplaudiendo sin cesar hasta que todos fueron agasajados con un ramo de flores y el calor y cariño de todos los participantes.
Emotivo homenaje
Si bien en Durango se dieron cita miles de testimonios directos de las consecuencias de la política carcelaria, en la pantalla gigante comenzaron a ofrecer sus vivencias otros rostros que son muy conocidos públicamente. Así, entre otros, censuraron la dispersión el mago Txan, Pirritx y Porrotx, el pelotari Oier Mendizabal, la bertsolari y presentadora Estitxu Fernández, el escultor Juan Gorriti...
Pasadas las 14.00, el acto finalizaba con una canción que resume bien la llamada al compromiso realizada por Etxerat: «Kalera, kalera, borrokalari kalera, hire indarraren beharra diagu, gure indarrarekin batera...»
«Asteburuan, Frantzia eta Espainiako espetxeetan barrena gaituzten preso politikook komunikazio greba egin dugu, zuekin batera mobilizatu nahi izan baitugu. Zuekin batera, kalean eta espetxean, sakabanaketa salatu nahi izan dugu», zioen Euskal Preso Politikoen Kolektiboak atzorako, espresuki Durangoko ekitaldirako, igorri zuten oharrean. Eta era berean, publikoki, horrela, eskerrak eman nahi izan dizkiete 752 euskal presoek astero euskal udalerri eta auzoetan euren eskubideen defentsan mobilizatzen eta borrokatzen diren herritarrei. «Besarkada beroa, bereziki, aste honetan bisitalekuak sakabanaketaren salaketa lekuko hotz utzi dituzten guztiei», gaineratu zuten, eta astebururo senideak espetxeetara eramaten dituzten boluntarioei ere besarkada bero bat helarazi zieten.
Sakabanaketak, hogei urteotan, sufrimendua eragin duela agerikoa izan dela azalduz, errepideetan zein espetxeetan hildakoak gogoan izanik, horri aurre egiteko Euskal Herritik jasotzen duten elkartasuna ezinbesteko elikagai dutela zioten. «Badakite hori, horregatik temati segitzen dute gure herriarekin lotzen gaituen soka etenarazteko asmoz», salatu, eta sufritzen duten errepresioaren areagotzea nabarmendu zuen EPPK-k.
Hala ere, sakabanaketa diseinatu eta babestu zutenek hogeigarren urteurren hau ezin izango dutela ospatu gaineratu zuten, euren aburuz, horrekin lortu nahi izan zuten-eta egun oraindik lortu ez duten helburu politikoa. «Sakabanaketa, Estatu desarrazoiaren porrota da; sakabanaketaren helburu politikoak porrot politikoaren sinonimo baitira», azaldu zuen EPPK-k, horri aurre egin eta «eraginkorki sakabanaketa indargabetu» duena Kolektiboko kide izan diren ehunka gizon eta emakumek izan duten «koherentzia, konpromisoa eta duintasuna» izan direla iritzita.
«Porrota esku artean dutelako», dio EPPK-k, ari dira euren aurkako neurriak gogortzen. Hala ere, tinko eutsiko dutela berretsi zuten.
La demanda de compromisos en defensa de los derechos de los prisioneros políticos vascos que centró el mensaje de Etxerat tuvo un ejemplo práctico durante el mismo acto celebrado en Landako, de la mano de diversos agentes sociales y sindicales del país. Así, organismos como Salhaketa-Araba, Ikasle Abertzaleak, Bilgune Feminista, Indar Gorri, Esait, Bai Euskal Herriari, EHBE, Lokarri, Elkartzen, Herria 2000 Eliza, la coordinadora de sacerdotes vascos y centrales sindicales como ELA, LAB, EHNE o Hiru dieron cuenta de una declaración conjunta en defensa de los derechos de los vascos encarcelados en el Estado español y francés.
El documento, al que dio lectura el escritor y profesor universitario Fito Rodríguez, arrancaba censurando la propia herramienta de la dispersión carcelaria, subrayando el sufrimiento que ha generado a lo largo de estas dos décadas y constatando que «no ha conseguido los objetivos» fijados con su implementación.
«Euskal Herria no puede admitir que haya 751 presos aislados sin derechos y en las peores condiciones. No podemos aceptar que cada fin de semana cientos de familiares pongan su vida en juego y recorran miles de kilómetros para unos minutos en los que poder mostrar su cariño», proseguía el documento, que hacía un especial hincapié en la necesidad de aglutinar fuerzas y compromisos para erradicar la dispersión y la política carcelaria que genera esas situaciones.
Además, exigieron a los estados francés y español que libere a los presos con graves enfermedades, así como a quienes ya han cumplido la condena, que deroguen la aplicación de la cadena perpetua y que repatríen a los presos vascos.