Xanti Kiroga Concejal de Uharte
Nafarroaren eguna 2009: 30 años de una cita política imprescindible
Tanto el régimen del amejoramiento como el marco autonómico que se nos impuso a las y los vascos del sur hace treinta años, goza de peor salud de lo que aparentan sus gestores en tanto que requiere ser blindado mediante operaciones que convierte en aliados en Euskal Herria a enemigos irreconcilia- bles en España (PP-PSE o UPN-PSN)Como cada último domingo de abril desde hace treinta años, el próximo domingo día 26 se celebrará el Nafarroaren Eguna en Baigorri. Tantas ediciones como años transcurridos desde que se iniciara la reforma política en la Nafarroa peninsular con la constitución del llamado Parlamento Foral. Treinta años durante los cuales se ha aumentado el foso entre la realidad política y social de Nafarroa y su representación institucional, instituida a través de un régimen tan pomposo como falto de soberanía y democracia: el amejoramiento. Una Nafarroa virtual antivasca que da la espalda a todas y todos los que no creemos que «Navarra sea España por derecho propio y mediante pacto con el Estado», tal y como afirmaba la nueva líder del unionismo en Nafarroa en su congreso.
En la vertiente sur de Nafarroa estos treinta años han dado de sí para muchas leyes, decretos, consejeros, presidentes; protagonistas puntuales y siglas más o menos efímeras que han recorrido una transición a ninguna parte, que transforma a Nafarroa en una caricatura española y reaccionariamente conservadora a la medida de quienes la gestionan y en el que se trampean las reglas del juego para excluir a quienes políticamente molestan. Una trampa intrínseca al régimen del Amejoramiento. Que nos convierte permanentemente en rehenes de la cuestión de estado y es la causa principal por la que hoy se sigue negando, como al resto de las y los ciudadanos de Euskal Herria, que las y los navarros podamos decidir nuestro futuro en libertad.
Decidir nuestro futuro y nuestro presente, tal y como ocurre a día de hoy respecto a la elección de la máxima expresión institucional de ese régimen: el presidente del Gobierno, elegido en Madrid y a espaldas de la voluntad de la mayoría de las y los navarros. Como él mismo reconocía recientemente, la concordancia entre la realidad sociopolítica y su representación institucional en Euskal Herria no depende de la voluntad de la ciudadanía sino del capricho de la justicia española. Algo que parece no ser ya un fenómeno sólo de la Nafarroa Garaia, sino que se extiende al resto de territorios vascos, como se ha podido comprobar en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia.
Un vicio de origen que genera espacios de opacidad y alimenta clientelismos habilitando otra de las características innatas al régimen: la corrupción estructural.
Al otro lado del Pirineo estos treinta años no han supuesto ningún cambio institucional. Pero si es cierto que sigue sin reconocerse política e institucionalmente la existencia de Euskal Herria en el Estado francés, no lo es menos que el avance político de esa reivindicación en términos sociales es enorme y a pesar de las trabas impuestas, alguna iniciativa concreta y vinculada a esa reivindicación, surgida desde la base y de forma alternativa al sistema, como Laborantza Ganbera ya es una realidad.
Treinta años en los que también hemos conocido momentos de esperanza, fruto en muchas ocasiones de iniciativas de la izquierda abertzale para resolver el conflicto político. Momentos en los que también hemos comprobado hasta qué nivel puede llegar la obstaculización de esos procesos por parte de quienes quieren evitar a cualquier precio un cambio político real que suponga la pérdida de sus privilegios, conscientes de que el estatus que ocupan reside en la situación de ventaja que heredaron del franquismo.
Han transcurrido treinta años sin que se haya cerrado el debate sobre el estatus político de Nafarroa. La disposición transitoria cuarta de la constitución española, el artículo 2.2 del Estatuto de Gernika y la adicional segunda del Amejoramiento siguen siendo objeto de enconado debate. Pero lo realmente importante es que tanto el régimen del amejoramiento como el marco autonómico que se nos impuso a las y los vascos del sur hace treinta años, goza de peor salud de lo que aparentan sus gestores en tanto que requiere ser blindado mediante operaciones que convierte en aliados en Euskal Herria a enemigos irreconcilia- bles en España (PP-PSE o UPN-PSN) y la estabilidad político institucional se eleva a valor absoluto.
Por todo eso, en este 30 aniversario del Nafarroaren Eguna y cuando la Navarra oficial ha empezado una carrera para celebrar como un logro estratégico las consecuencias de quinientos años de sometimiento, queremos invitar a quienes aspiran a otra Nafarroa, ansiando un marco democrático sustentado en el respeto al derecho a decidir y en la superación de la impuesta partición. Queremos extenderles una invitación a hacer del Nafarroaren Eguna una fecha especial, dotándole del contenido reivindicativo inherente a ese día, además de todo el componente festivo propio.
Un llamamiento también para la necesaria acumulación de fuerzas de cara a lograr un futuro de libertad en el que todos los proyectos políticos sean materializables en igualdad y en consecuencia, en el que todas las personas en Euskal Herria vean garantizados sus derechos.