CRÖNICA Libertad de expresión
La última intoxicación: presos con internet en las celdas
Las cárceles españolas deben de ser lo más avanzado en la aplicación de las nuevas tecnologías. Lo ultimo es la instalación de ordenadores con internet en todas las celdas. Y sin restricciones. No como los parlamentarios de Gasteiz, que no pueden bajarse vídeos a sus portátiles de 3.000 euros. En el trullo sí. Es más: ¡hasta vídeos proetarras!
Iñaki IRIONDO
Lo decía ayer el «Abc» con trompetería tipográfica en su primera página. ¡La noticia más importante del día! Más incluso que una foto del rey de España en el diario monárquico. Más que cualquier información sobre la crisis. «Proetarras lanzan una TV por internet para mantener la moral de los presos». A lo que añadía que «los vídeos de «Apurtu telebista» atacan la dispersión y elogian a los reclusos que no quieren reinsertarse».
La pieza estaba, en páginas interiores, firmada por sus autores que, a buen seguro, se sintieron orgullosos de la exclusiva. Y no es para menos.
Analicemos la noticia que en las páginas 14 y 15 de «Abc» venía con el titular «lanzan por internet un canal de TV 24 horas para enaltecer a ETA y reanimar a sus presos». Dejando al margen las acusaciones de delito a los impulsores de la página web, es evidente que si lo que se pretende es «mantener la moral de los presos» o «reanimarlos» lo más importante de todo es que los citados presos puedan tener acceso a internet para ver dichos vídeos.
Y hasta aquí llega la broma. Porque aunque los dos firmantes se tengan por periodistas, han faltado a lo más básico: la verdad. Un preso jamás podrá ver esos vídeos que lo reanimen y no hace falta ser un lince para darse cuenta de ello. ¡No hay internet en las cárceles!
Página retirada
En cualquier caso, si lo que «Abc» pretendía era atacar a una página web desde la que se mostraba una visión de las cárceles distinta a la que mandan los cánones del Ministerio del Interior, cabe decir que ayer www.apurtu.org resultaba ya inaccesible, al parecer por una actuación de sus propios impulsores, que al mediodía hicieron pública una nota criticando la situación que padecen.
La web de contenidos antirrepresivos había puesto en marcha el pasado lunes un canal de TV on line. En su escrito, Apurtu.org denuncia «la criminalización que venimos sufriendo en los últimos meses. El nombre de nuestro medio de comunicación ha sido publicado ya en varias ocasiones relacionándolo con diferentes actos que a posteriori han sido prohibidos por la Audiencia Nacional»
Según apuntan, creen que «el verdadero objetivo de este artículo es preparar el terreno y a la opinión pública ante un eventual ataque contra la libertad de expresión. No seríamos los primeros. En este país se han cerrado numerosos medios de comunicación y aquí no pasa nada, aunque después no haya habido pruebas contra ellos».
En la nota explican que «nos reafirmamos en nuestra labor periodística. No somos profesionales, tan solo un grupo de personas que tratamos de ofrecer una información que en la mayoría de los medios de comunicación es totalmente silenciada. Además, lo hacemos mejor que otros que se consideran profesionales y siguen los dictados del Ministerio de Interior para atacar a compañeros de otros medios de comunicación. Creemos que esto no debería ser considerado delito en una democracia».
Por último, piden al resto de medios de comunicación «que no den pábulo y credibilidad a las acusaciones sin fundamento basadas en informaciones policiales y denuncien este nuevo ataque contra la libertad de expresión. Si se permiten el lujo de acallar a quienes no decimos lo que ellos quieren, vulneran el derecho a recibir una información libre y veraz. Si no tenemos derecho a informar sobre sangrantes realidades que se dan en nuestro entorno y nos acusan de `proetarras' por ello, ¿quién lo va a hacer? Nosotros y nosotras, por nuestra parte, seguiremos trabajando, que de ello no tenga duda nadie».
Resulta llamativo que el Estado ampare la estupidez y hasta la mentira y persiga la denuncia política y social. Las FSE estaban ya ayer investigando a «Apurtu» y no a «Abc».