Aun conociendo que gran parte de sus palabras no van a ser creídas por una parte de los aficionados realistas, Iñigo Díaz de Cerio volvió a tener el valor y la paciencia de ofrecer todas las explicaciones requeridas respecto a su salida de la Real, en una larga comparecencia que creó mucha expectación en Zubieta. Sin moverse un milímetro de la forma de actuar que ha mantenido en los últimos meses, el delantero donostiarra señaló que, «por motivos deportivos, personales y económicos», ha entendido que continuar en la Real no es la mejor opción y, una vez dado ese paso, ahora debe decantarse por una de las ofertas -Athletic y Valladolid, más otro equipo que ha mostrado interés pero que no ha hecho oferta en firme- que baraja.

Desde muchos ámbitos se ha venido manteniendo que el jugador jugará en el Athletic la próxima temporada, pero aunque reconoció que la oferta rojiblanca «es una buena opción que cumple los requisitos que yo pedía en su día», negó una y otra vez que tenga nada firmado con la entidad de Ibaigane, ya que «una vez que he tomado la decisión de abandonar la Real, ahora debo pensar si la del Athletic es la mejor opción». Según explicó, la entidad rojiblanca se dirigió a sus representantes en febrero, mientras que la opción del Valladolid llegó el verano pasado, pero en ese momento el club decidió no venderlo.

Preguntado por los motivos que le han llevado a tomar la decisión de abandonar el equipo en el que se ha formado, De Cerio explicó que «con 25 años se presenta una oportunidad que no puedo dejar escapar y he valorado aspectos tanto deportivos, como económicos y busco también una estabilidad que en los últimos años no ha habido en este club». En este sentido, reconoció que la ley concursal y la crisis estructural de la entidad txuriurdin han tenido un gran peso, así como seguir en Segunda, «ya que en Primera todo cambiaría».

Al margen de jugar en la máxima categoría, De Cerio busca asimismo un contrato de larga duración ya que, «estando como está el fútbol hoy en día, un contrato largo te da margen para desarrollar en varios años el nivel que puedes dar».

Sensaciones agridulces

A la hora de valorar sus sensaciones por marcharse del club de su vida, Iñigo Diaz de Cerio no pudo esconder que éstas son «agridulces» por varios motivos. «A nadie le gusta dar este paso, me ha costado darlo, piense la gente lo que piense. Tengo muchos amigos de puertas adentro y cuesta dejarlo. Me quedo con todo lo positivo y lo que me ha dado la Real, que si soy algo es porque me han dado la oportunidad. Hay que ser agradecido y la Real me ha dado la oportunidad», explicó.

Por contra, dice tener algunas espinas clavadas como la de «haber sido parte de una plantilla que descendió a Segunda y que el año pasado no pudimos ascender» y a su vez, pese a que no quiso profundizar en ello, de sus palabras se desprende cierto resquemor hacia algunos estamentos del club, en parte por haber sentido que no se confiaba demasiado en él en tiempos del Sanse, por haber introducido el tema de la recuperación de su recuperación en la renovación de su contrato y porque las negociaciones para prorrogar su vínculo se hayan producido en los últimos meses, cuando, según él, hace un año hubiese sido bastante más sencillo.

Diaz de Cerio es consciente de que la posibilidad de recalar en el Athletic magnifica todo el revuelo que podría causar su salida a cualquier otro equipo del mundo, pero lo que no admitió es que el anuncio de su no renovación por la Real haya estado condicionado a que el Athletic consiguiera ante el Racing los puntos que virtualmente le aseguran la permanencia. Según el donostiarra, el momento de dar a conocer su decisión se debe a la promesa que realizó en su día a los rectores de la Real de comunicarles su decisión antes de mayo, para que los encargados de confeccionar la plantilla txuriurdin de la próxima campaña tengan margen para reaccionar tras su elección.

Como su recuperación va bien -ha comenzado a correr y toca balón-, De Cerio espera poder comenzar la nueva temporada «de cero» en su nuevo equipo.