La huelga general convocada por la mayoría sindical vasca -ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru-, para el próximo 21 de mayo para hacer frente a la alta destrucción de empleo y al «permanente chantaje» de la patronal y reclamar instrumentos para abordar la crisis desde Euskal Herria marcará las movilizaciones del Primero de Mayo, celebración de la clase trabajadora que está pagando las consecuencias de la crisis.

SOS Arrazakeriak presentó ayer una campaña informativa dirigida a los extracomunitarios ante las negaciones de renovación de los permisos de trabajo y residencia. Un sector que sufre duramente la crisis, a lo que se le suma la carga administrativa derivada de los permisos.