Las satisfacciones de Ibarretxe
Tras presidir ayer su último Consejo de Gobierno -Patxi López será previsiblemente investido como lehendakari el próximo martes-, Juan José Ibarretxe realizó una comparecencia ante los medios de comunicación en la que evitó ante todo referirse a la cronología política que ha desembocado en su relevo al frente del Ejecutivo autonómico en la CAV. Ibarretxe se mostró «orgulloso» por «haber defendido el derecho a decidir y la identidad vasca» y se refirió sólo tangencialmente al último proceso electoral asegurando que «si tuviéramos que hablar de aceptación de mayorías, este país, después de las elecciones, sigue siendo abertzale mayoritariamente».
Gracias a Ibarretxe o a pesar de él, el debate sobre el derecho a decidir está vivo, presente en la sociedad, activo en la calle. Pero no en las instituciones, de donde ha sido expulsado por la fuerza sin que ni él ni su partido hayan movido un dedo para evitarlo. Ibarretxe no habló ayer de ilegalizaciones, de negación de derechos políticos, ni tampoco del pucherazo. Y él podrá sentirse satisfecho con el balance de sus años de gobierno, pero la realidad es terca y no soporta disfraces: Ibarretxe abandona Ajuria Enea dejando en bandeja el poder institucional de una parte de este país en manos de quienes se han unido precisamente para negar los derechos políticos a Euskal Herria. ¿Es para estar satisfecho?