Despierto de un profundo sueño. Una enorme presión me atenaza las mandíbulas. Me asomo al espejo y observo mi cara mudada en mueca. El ojo izquierdo llora descontrolado y los labios dibujan respuestas imposibles.

Parálisis facial: Predinisona, colirio, neurólogo y suerte. Puede que dure semanas, meses o que no se recupere el movimiento completo.

El artículo se echa encima. Gira alrededor del copyright y los derechos de autor, sobre la injusticia que supone abonar a una transnacional por utilizar sus ediciones de Mozart o Shakespeare. Y, por el contrario, sobre las corrientes socializantes del anti-copyright y la táctica del copyleft (GNU, en el caso del software) de utilización de los derechos de autor de forma que no permitan establecer un copyright capitalista sobre los mismos, garantizando el libre uso de los medios de producción. Posturas basadas en el presupuesto común de la cultura porque las ideas de las cabezas particulares no son patrimonio original de ellas...

«El plagio es necesario» dice Lautremont. Obras anti-arte y sin autor dadaístas y Cobra. Un cadáver exquisito surrealista. Détournement situacionista. ¡Hazlo tu mismo! Punk. En aquella fase de la revolución cultural, The Clash impuso a CBS dos discos por uno. Poltatch, un regalo.

Creative Commons. Lawrence Lessig, analiza en «Por una cultura libre». Cómo los grandes grupos de comunicación utilizan la tecnología y la ley para clausurar la cultura, y cómo cada nueva tecnología permite viajar gratis a industrias predatorias, que ahora protestan por la socialización de contenidos que permiten las redes de distribución P2P. Peer-to-peer: eDonkey200 y Morpheus: Bienvenido al mundo real, esto es Matrix.

Luther Blisset impone a Mondadori la posibilidad de reproducir «Q» en uso. Wu Ming, «Esta revolución no tiene rostro». «Manifiesto contra las obras maestras», Karen Eliot, genio entelequia. Para Hardt y Negri en «Multitudo», los códigos informáticos son relaciones cooperativas y cuantos más participan más se perfeccionan. Linux aplica sistemáticamente el shareware, afirma Bifo en La fábrica de la infelicidad, una herramienta editada por Traficantes de Sueños. Laura Baigorri, Copyright-Anticopyright, catálogo para la contienda. M.C.D, Manu Chao y Rubén Blades, presentes.

The Pirate Bay y la copia de archivos digitales es atacada por mafias empresariales en connivencia con jueces parciales. Estados corrompidos a la zaga del pueblo soberano. Informe Olivennes, tres avisos para internautas díscolos. El Estado España detiene en 2006 a 15 personas en la primera operación farsa contra el intercambio de archivos en la Red y los «socialistas» amenazan con entablar batalla en favor de las corporaciones de la neolengua. Escribo en mp3 que los estados están muertos frente a las redes del anarco sintagma.

El nervio sigue destensado, hierve el agua en los ojos y diluvia. ¡Ringgggg! «¿Jakue?». «¿Sí...?». «Necesito ayuda», me informa un joven inmigrante. Cuando las cosas van mal... Algo tendrá que salir de esta crisis.