La ofensiva lanzada esta semana contra los talibán de Swat, en el noroeste de Pakistán, permitió ayer al Ejército volver a tomar una ciudad clave, lo que fue clamorosamente aplaudido por Washington, que había reprochado previamente a Islamabad haberse rendido frente a los insurgentes islamistas.

El Ejército paquistaní lanzó el martes un vasto contraataque en Buner, a un centenar escaso de kilómetros de Islamabad y que fue tomada por los talibán del vecino distrito de Swat aprovechando un acuerdo de alto el fuego firmado con el Gobierno paquistaní y que fue calificado de «abdicación» por EEUU.

Por otra parte, más de veinte personas murieron y 24 resultaron heridas en enfrentamientos armados que se registraron ayer en Karachi.