Nueve soldados turcos murieron ayer al estallar un artefacto explosivo en Kurdistán Norte, atribuido a los insurgentes kurdos, según declaró el jefe del Estado Mayor turco, el general Ilker Basbug.

La bomba estalló al paso de un vehículo blindado de transporte de tropas que circulaba a primera hora de la mañana por una carretera cerca de la localidad de Abali, en la provincia kurda de Diyarbakir, precisó el general Basbug durante una conferencia de prensa en Ankara. Se trata del más importante ataque del PKK en los últimos meses, tras un periodo de relativa calma.

El vehículo, que estaba precedido de un carro de combate, transportaba a un grupo de soldados encargados de vigilar las carreteras en busca de eventuales artefactos explosivos y minas antes del paso de un convoy.

«El carro de combate pasó por el mismo lugar, pero la carga ha estallado cuando pasaba el transporte de tropas», añadió el general Basbug.

Una fuente militar turca destinada en Kurdistán informó previamente de que fue el artefacto fue colocado por el PKK y que hirió a otros dos soldados, pero el general Basbug no hizo referencia a esta circunstancia.

Esta fuente precisó que se estaba investigando el tipo de explosivo empleado y explicó que «probablemente se trate de un potente artefacto artesanal activado con un mando a distancia o con un cable».

«El fondo del vehículo de transporte de tropas tiene un blindaje de 4 ó 4,5 centímetros de espesor. La explosión ha debido ser muy fuerte para provocar este efecto en el camión», añadió.

El PKK suele utilizar minas en sus ataques contra las fuerzas de seguridad turcas desplegadas en Kurdistán.

«Estos incidentes no ponen en duda la determinación y la voluntad de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el terrorismo», añadió el general Basbug, que volvió a exhortar a las autoridades del Gobierno autonómico de Kurdistán Sur (Estado iraquí) a combatir a los guerrilleros del PKK. «Tienen que participar activamente en este proceso», señaló.

«Debemos asegurarnos de que los terroristas sean obligados a rendirse», subrayó el general Basbug, que pidió al Gobierno turco que cree centros para acoger a los desertores.