El Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo ha declarado firme la sentencia condenatoria contra el Estado espa�ol por el caso del joven de Iru�ea Mikel Iribarren. As� lo dieron a conocer ayer sus abogados. Con esto se pone fin a casi dos d�cadas de pleitos judiciales, primero en el Estado espa�ol y luego en Europa, que ha dado la raz�n al joven agredido brutalmente por la Polic�a espa�ola el 15 de diciembre del a�o 1991.

La firmeza del fallo ha sido dada a conocer en una carta firmada el 20 de abril pasado. La sentencia fue dictada el 8 de enero, cuando Estrasburgo comunic� que admit�a la demanda de Mikel Iribarren contra el Reino de Espa�a y declaraba que �ste hab�a violado el art�culo 3 (referido a la prohibici�n de tratos inhumanos y degradantes) y el 6.1 (que protege el derecho a un proceso judicial equitativo y en un plazo razonable) del Convenio de Roma. En paralelo, se conden� al Estado espa�ol a indemnizar al afectado con 170.000 euros en total.

Como se preve�a, el Estado espa�ol ha renunciado definitivamente a interponer recurso contra esta condena, por lo que ha dejado pasar el plazo de tres meses. En su d�a, no s�lo los tribunales rechazaron las sucesivas demandas del joven, sino que el Gobierno del PP impidi� que fuera indemnizado. En el primer momento, la Polic�a neg� incluso que hubiera agredido al joven, que sufri� el impacto de un bote de humo a bocajarro y estuvo a punto de morir.

�Racionalidad por fin�

Al dar cuenta de esta sentencia firme final, los abogados y la familia de Iribarren no han ocultado su satisfacci�n. �Finalmente, y por primera vez a lo largo de 17 a�os, las autoridades del Estado han aportado un m�nimo de racionalidad a este caso, y han acatado la sentencia del Alto Tribunal de Estrasburgo, poniendo punto y final a un proceso que, como destac� y denunci� el tribunal, se ha prolongado durante 17 a�os, lo que es ya motivo de satisfacci�n�.

Al hacer firme este fallo judicial, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pide formalmente a las partes que materialicen ya el abono de las cantidades decretadas.