El primerizo realizador inglés Joel Hopkins sorprende con un drama romántico y otoñal de factura clásica, que sigue dignamente las pautas genéricas marcadas por el maestro David Lean en «Breve encuentro». Esta vez la pareja estelar no se conoce en una estación de tren, sino en el bar del aeropuerto, y la película consiste en saber qué es lo que les ha llevado hasta allí. El espectador pronto descubre que lo que les mueve son sus respectivas soledades, más aún cuando se llega a una edad difícil para las segundas oportunidades. Dustin Hoffman y Emma Thompson estuvieron nominados a los Globos de Oro gracias a unas interpretaciones que han sido alabadas por la crítica y el público de forma unánime. Ya habían coincidido antes dentro del reparto de «Más extraño que la ficción», pero apenas disponían de secuencias juntos.

En «Nunca es tarde para enamorarse» exhiben una excelente química, pese a que él es un viejo gruñón que lleva malamente su divorcio y el trabajo como compositor musical de jingles radiofónicos. En cambio, ella juega en casa, gracias a que Londres es la ciudad que los une, liberándola de una madre omnipresente, que se empeña en estar siempre al otro lado del teléfono.