Hablaba la última vez de mis impresiones subjetivas sobre el recurso del horrísono caso 18/98 y expresaba cierto optimismo sobre la posibilidad de pescar algo en el río revuelto de la justicia española. Hay que decir alborozadamente que al menos nueve de los acusados han sido absueltos. No es mucho, pues a nuestro entender nadie debió ser condenado en este monstruoso macrosumario, pero un 20% de absoluciones en un recurso de casación de estas características es un rotundo éxito, por el que felicito efusivamente a los absueltos y a los abogados que les han defendido, en la parte que les toca, a mi modo de ver sustancial.

Pero todavía seguimos esperando anhelantes la publicación de la sentencia, o al menos del fallo, ya que entre tanto la Audiencia Nacional se ha echado a la piscina y sin que nadie lo pidiera; es decir, de forma ilegal y precipitada, ha encarcelado a los ocho procesados que se encontraban en libertad provisional, unos por razones de salud y otros porque la pena que en su día les fue impuesta no justificaba tan extrema medida. Es un tópico jurídico que la prisión provisional nunca puede constituir una pena anticipada, por lo que lo ocurrido en este caso es, otra vez más, el paradigma de lo que no debería hacerse nunca.

Ha sido, sin duda, una mala noticia, pero a la vista de cómo se han desarrollado los acontecimientos, pienso que se puede mantener viva la llama de una moderada esperanza, bien es cierto que circunscrita ahora a una eventual reducción de penas. Veremos si hay rebajas y, si las hay, de qué cuantía.

Desde el punto de la mañana la radio me ha aturdido con la alegría desenfrenada del frente españolista por el nombramiento de Patxi lehendakari. Nunca tantos invitados acudieron al Parlamento autónomo como ayer. Celebraban el fin de la primera etapa del pucherazo electoral construido sobre la estructura de la Ley de Partidos Políticos. El discurso, aunque con el lobo disfrazado de abuelita, fue rotundo y define las claves de por dónde va a intentar llenar el capacico de las hostias. A la derechona le ha gustado mucho el mensaje.

Hoy, Euskadi Irratia y ETB seguían emitiendo su programación en euskera, pero en el acuerdo marco ya se pactan cambios de calado en temas educativos y lingüísticos.

He oído, después, la primera entrevista concedida a un medio de comunicación y, ya sólo por el nuevo tono de voz utilizado por el recién nombrado, me he percatado de que dista mucho de ser aquel timorato bañista que hace años me encontré y que temblaba y exhibía todo su amplio repertorio de tics antes de levantarse a coger la comida del bufet de aquel hotel playero. La voz engolada de hoy es ya la del lobo, no la de la abuelita, y denota el talante que nos espera, reforzado por ese look aznariano, diseño FAES, que imprime al conjunto españolazo la presencia de Basagoiti y su muchachada. Habrá que ver, también en este caso, las rebajas que nos deparará el Gobierno del iletrado portugalujo.