Con el objetivo de hacer frente a la mayor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial, el Banco Central Europeo (BCE) acordó ayer bajar los tipos básicos de interés en la zona euro en un cuarto de punto, hasta el 1%, un nivel histórico, pero que podría ser aún más bajo atendiendo a lo manifestado por el presidente del BCE. Jean-Claude Trichet, en rueda de prensa posterior a la reunión de la institución que dirige, manifestó que los tipos podrían ser aún más bajos en los estados que comparten el euro, en contra de lo que preveían ayer mismo algunos analistas.

«Nuevos recortes de los tipos de interés dependerán de las condiciones económicas futuras», manifestó a este respecto el banquero francés.

Para argumentar la posibilidad de bajar aún más los tipos de interés, Trichet manifestó que en junio el BCE va a revisar a la baja sus proyecciones económicas, en línea con las cifras que han dado otras instituciones, como el Fondo Monetario Institucional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

Y es que, según los cálculos de la CE, el PIB de la zona euro y de la Unión Europea se contraerá este año un 4%, que es más del doble de los previsto hace menos de cuatro meses.

El BCE había optado en abril por una reducción menor de la prevista de su tasa rectora, y dejó entrever que iba a recortarla de nuevo en mayo, algo que se ha confirmado.

Esta institución, asimismo, ha reducido la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos, un 0,5%, hasta el 1,75%, con efectos a partir del próximo miércoles. Sin embargo, mantiene la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero que le depositan los bancos, en el 0,25%.

Los mercados habían previsto que la entidad iba a dejar inalterada la facilidad de depósito, pero no contaban con que iba a reducir el tipo de interés por el que presta el dinero en mayor medida que su tasa rectora.

Ayudas a los bancos

No fueron estas, en cualquier caso, las únicas medidas adoptadas por el BCE, que también decidió suministrar liquidez a los bancos a través de operaciones de refinanciación con vencimiento a doce meses, así como la inclusión del Banco Europeo de Inversiones (BEI) entre las entidades que pueden tomar parte en sus operaciones de liquidez, y que el eurosistema realice la compra de bonos garantizados por unos 60.000 millones.

Hasta ahora, el BCE adjudicaba liquidez a los bancos comerciales de la zona euro por un periodo máximo de seis meses, así que al ampliar el vencimiento, la entidad facilita los créditos a los bancos a largo plazo. El BCE conducirá estas operaciones a un tipo de interés fijo y con adjudicación plena.

Trichet explicó que estas medidas «no convencionales» pretenden fomentar los préstamos bancarios y animar a las entidades a proporcionar préstamos. «Estas decisiones han sido tomadas tras una profunda discusión por unanimidad para fomentar el relajamiento en los tipos de interés en los mercados monetarios y animar a los bancos a mantener y extender sus préstamos, así como para contribuir a la mejora de la liquidez en importantes segmentos del mercado de deuda privada y relajar las condiciones de financiación para los bancos y empresas», declaró.

Petición de la OCU y ATA

Precisamente, nada más conocerse el nuevo recorte del tipo de interés, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) animó a los titulares de créditos a que pidan a su banco que les aplique «a la mayor brevedad» la bajada de tipos, aunque aún no les toque revisar su préstamo. Según explicó la portavoz de la OCU, Iliana Izverniceanu, en declaraciones a la agencia Efe, ahora hay una amplia variedad de ofertas y buenos precios en el mercado, por lo que puede compensar cancelar un crédito y abrir uno nuevo en otra entidad con mejores condiciones.

A este respecto, sugirió que los usuarios que hayan firmado un crédito con una cláusula «suelo», que no permite bajadas de tipos más allá de un límite determinado, intenten negociar la eliminación de las mismas.

También el presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autonómos (ATA), Lorenzo Amor, pidió «un ejercicio de responsabilidad» a las entidades financieras para que trasladen «a la mayor brevedad posible» la rebaja de los tipos acordada por el BCE.