La batalla iniciada por Italia contra la inmigración irregular hacia Europa registró ayer un cambio de dirección después de que Libia aceptara, por primera vez, la devolución por parte italiana de inmigrantes recogidos por la marina italiana, lo que suscitó la indignación de organizaciones humanitarias, que lo calificaron de «repatriación ilegal», y la preocupación del ACNUR.

Los 227 inmigrantes rescatados el miércoles por la noche en aguas internacionales por las autoridades italianas fueron devueltos ayer directamente a Libia, de cuyas costas habían partido días antes. Los inmigrantes, a bordo de tres embarcaciones y en aguas internacionales de competencia maltesa, lanzaron una petición de ayuda, lo que provocó un nuevo incidente diplomático entre Malta e Italia en torno a su rescate.

Tres patrulleras italianas los socorrieron, pero en lugar de conducirlos a las costas italianas, les llevaron de vuelta a Libia, gracias al acuerdo alcanzado con Trípoli hace algunos meses.