La campaña de prematriculación ha concluido en Nafarroa con datos que Sortzen-Ikasbatuaz valora muy satisfactoriamente. Su coordinador en Nafarroa, Nestor Martínez, afirmó incluso que con ellos «la ciudadanía navarra le ha dado en el morro al Gobierno», por lo que expresaron su felicidad.

Martínez apuntó irónicamente que «entendemos su `miedo'. En cada barrio y pueblo en que se ha abierto el modelo D, es el modelo que se ha impuesto con el paso de los años, y en muchas localidades es el único».

Todo esta situación, sin embargo, agudiza el problema existente al llegar a la educación secundaria. Sortzen-Ikasbatuz lo tilda de «punto negro» y se pregunta «por qué no se eliminan, como ocurre en las carreteras». Entre otras cosas, citaron la masificación, la falta de aulas y de profesorado, la persistencia de «barracones y parches», la prác- tica desaparición en la FP (sólo se dan en euskara 4 de 164 asignaturas) y también en la Universidad (sólo se pueden cursar íntegramente en esta lengua algu- nas ramas de Magisterio).

«Ese punto negro es fruto de la falta de planificación -certifican- ¿Cómo es posible? ¿Hay alguna intención oculta? ¿Por qué el nuevo modelo TIL [que incluye el inglés] recibe todos los parabienes y el único modelo que crea euskaldunes multilingües y tiene la mayor matrícula está completamente dejado?»

Como mero ejemplo de esa situación, en la rueda de prensa intervino Sira García, de la APYMA del centro Eunate (Txantrea), que recordó que no hay polideportivo, lo que obliga a perder tiempo y recursos humanos en los traslados para clases de gimnasia. Detalló además la masificación o la dificultad para hacer sustituciones.

Especialmente difícil es la situación de los vecinos del Pirineo. Ayer reclamaron ayudas para que sus hijos e hijas puedan estudiar y pernoctar en Iruñea durante la semana, ya que calculan que los traslados y gastos de residencia cuestan una media de 8.000 euros al año. «Cada curso estamos hablando de 30 alumnos, así que es algo totalmente asumible, y así se lo dijimos al consejero, pero no han hecho nada. Y llevamos muchos años así», explicaron Mikel Garbisu y Koldobike Valencia.