Con el transcurso de las horas, las lágrimas van dejando paso a la reflexión. A falta de una valoración deportiva en frío, Fernando García Macua realizó ayer, pocas horas antes de regresar a Bilbo, un primer análisis institucional de lo acontecido los últimos días.

Pese a la derrota, el discurso del presidente rojiblanco no ha variado demasiado respecto al que venía ofreciendo en las jornadas previas a la final. Macua resalta que el Athletic ha resultado en buena medida vencedor, aunque el principal éxito de toda esta experiencia deba medirse en términos sociales. «Por encima del árbol de la derrota, tenemos que ver el bosque de todo lo que ganó ayer el Athletic en todos los ámbitos», resumió.

Lógicamente, el presidente se refería a la movilización popular que ha originado la final de Copa -«ésto tendrían que analizarlo los sociólogos, pero evidentemente, lo que se ha vivido en Bizkaia es digno de estudio y no tiene parangón», destacó- y al ejemplar comportamiento de la afición rojiblanca, tanto en la ciudad de Valencia como, sobre todo, en el campo de Mestalla. Los elogios a la hinchada acapararon, de hecho, buena parte de la comparecencia de Macua. «El sentir de técnicos, jugadores y directiva es, sobre todo, el de agradecer a la afición su grandísima demostración de apoyo, manifestada en los mejores términos de deportividad y con un ambiente festivo, participativo y muy rojiblanco». «El Athletic perdió sobre el césped -prosiguió-, pero ha ganado mucho en términos de autoestima, diciendo al mundo del fútbol `aquí está el Athletic y aquí está su afición'. Con una forma diferente de hacer las cosas, de ganar y de perder. Porque ayer supo perder como deben hacerlo los deportistas».

Macua, de hecho, considera que todo lo sucedido en torno a la final de Copa «debe ser un punto de inflexión. Tenemos que ser capaces de gestionar toda esta ola de apoyo que se ha generado», aseguró, destacando especialmente «la incorporación de nuevas generaciones», así como la comunión de personas procedentes «de todos los estratos sociales, sin distinción de raza, de religión, de sexo... Si hay un movimiento que aglutina a toda la sociedad vizcaina, es el Athletic». De ahí que el club se esté planteando incluso un posible agradecimiento «de manera más concreta» a la afición, «porque el comentario general era el carácter abrumador del apoyo recibido» y, por otra parte, se afronte como reto inmediato «rentabilizar todo lo que se ha generado».

En el plano organizativo, Macua también se mostró satisfecho con el trabajo realizado por el Athletic. «El balance está pendiente porque hay que hacerlo más en frío y con más datos -admitió-, pero la primera valoración es positiva. Ha habido aceptación, no ha habido problemas significativos y, por lo que nos han transmitido los aficionados, el grado de satisfacción ha sido importante».

Incluso en el plano deportivo, pese a la goleada, Macua prefería optar por el vaso medio lleno. No sólo porque el Athletic cayese a manos del mejor equipo del mundo, sino porque la disputa de la final asegura «pelear por la Supercopa en agosto y volver a Europa la próxima temporada», confirmando la progresión que, a su parecer, mantiene el equipo desde su desembarco en Ibaigane. «Creo que el proyecto deportivo está creciendo -aseguró-. Hace dos temporadas nos salvamos en la última jornada, el año pasado acabamos más desahogados y este año ha sido magnífico en Copa y vamos a acabar tranquilos. Y el año que viene llegan más retos importantes, que afrontaremos con ambición».