Los buenos salvajes
«Delta»
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
«Delta» es el tercer largometraje de Kornél Mundruczó, cineasta húngaro con sangre rumana que antes había ganado en el Festival de Locarno el Premio a la Mejor Ópera Prima por «Pleasant Days», para después participar en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes con su siguiente «Johanna», una creación operística inspirada en Juana de Arco. Pero la definitiva consagración iba a llegarle también en Cannes, ya en la pasada edición, al hacerse con el Premio FIPRESCI de la crítica internacional.
«Delta» impresionó a los enviados especiales por su estética deslumbrante, asociada a un intriga y unos diálogos mínimos de lo más perturbadores. La película es un himno a la belleza salvaje rodado en el delta del río Danubio, en la parte de Rumanía. El argumento retrata una relación incestuosa desde el punto de vista del instinto natural, sobre la base filosófica de Rousseau y su idea de que el hombre es bueno en su estado primitivo.
El papel protagonista corre a cargo del virtuoso violinista Félix Lajkó, inicialmente encargado de componer la banda sonora, pero que hubo de sustituir al actor Lajos Bertók, muerto en accidente. Es un extranjero que regresa a su lugar de origen, donde construye una casa fluvial junto a su hermanastra, a la que no conocía y con la que empieza a convivir.