Las películas de Bollywood no llegaban a nuestro mercado, salvo un par de títulos aislados potenciados por su nominación al Óscar de Mejor Película de Habla No Inglesa. Bastaron para comprobar que aquí no interesaban lo más mínimo las largas producciones del cine indio con sus numerosas coreografías de bailes y canciones interrumpiendo la acción.

De repente tal actitud indiferente parece haber cambiado, gracias al éxito en los Óscar de «Slumdog Millionaire», un fenómeno que ha generado una moda en Occidente con todo lo que provenga de Bombay. La primera producción que intenta estrenarse aprovechando el tirón es «Billu Barber», con la que aterriza la distribuidora Babul, cuya pretensión es difundir lo mejor de la producción reciente de la India. Es idónea para el contacto inicial, al no llegar a los dos horas y media de duración; pero sobre todo, porque aborda una temática que refleja la trascendencia que alcanzan los rodajes de Bollywood en su país. El conocido internacionalmente Irrfan Khan, más aún después de intervenir en la oscarizada cinta de Danny Boyle, es el barbero del título.

Su vida cambia cuando la estrella del cine local Shahrukh Khan anuncia que va a llegar a su pueblo para una filmación, teniendo que demostrar a sus vecinos que realmente se conocieron en la niñez.