El Ayuntamiento de Morga decidió hace unas semanas cambiar la fecha de celebración de su feria y trasladarla al 17 de mayo dadas las malas predicciones metereológicas anunciadas para finales de abril, cuando habitualmente tiene lugar este evento. La apuesta le salió bien, dado que el tiempo acompañó ayer a los asistentes a la cita, que gozaron de un gran ambiente.

La X edición de esta feria, una de las citas de ocio más importantes de esta bonita localidad vizcaina, estuvo dedicada al sector forestal, con la madera como protagonista. Así, estaba prevista la asistencia de representantes de la Asociación de Forestalistas Vascos y de la Asociación de Viveristas, que dieron cuenta del estado del sector, así como de empresas madereras que acudieron para mostrar sus últimos productos. Junto a ellas, hubo empresas especializadas en sistemas de calefacción con pellet, un producto innovador realizado con madera prensada.

En el céntrico barrio de Andra Mari hubo durante todo el día puestos de artesanía, de productos de la huerta y otros alimentos, y exhibiciones de herri kirolak, como trontzalaris, aizkolaris y espectaculares demostraciones de trabajo en la madera con motosierra.

Asimismo, muchos de los artesanos que acudieron a la feria eran especialistas en el trabajo de la madera, como talladores, y también hubo puestos de venta de piezas de decoración hechas con esta materia prima.

Para los más txikis

Los vecinos y visitantes, que acudieron en gran número a Morga, también pudieron visitar puestos de cestería, cuero o cerámica, que en esta edición también estuvieron ubicados junto a la Iglesia de Andra Mari.

Y, por supuesto, para saciar el apetito también hubo oportunidad de degustar productos con denominación de origen como sidra, txakoli, queso, pastel vasco y diferentes productos de chacinería de la mano de carniceros locales.

Como los más pequeños también deben tener su espacio en este tipo de eventos, se celebraron unos juegos a través de los cuales niños y niñas pudieron aprender todo acerca de los productos necesarios para preparar platos tan sabrosos como unas alubias, y los más osados tuvieron la opción de comprobar en primera persona cómo se ordeña una vaca, cómo se cazan ratones y de qué forma hay que recoger los huevos del gallinero.

Unos hinchables dispuestos para la ocasión también fueron útiles para que los txikis se lo pasaran en grande.