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La fundación del PSOE propone el cierre de Garoña pero el Ejecutivo sigue callado

El futuro de la central de Garoña sigue en el aire a dos semanas de que expire su licencia de explotación. Mientras los partidarios del cierre intensifican sus iniciativas, el debate continúa en el seno del PSOE. Frente a la postura pronuclear del ministro español de Industria, Miguel Sebastián, el vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, ha propuesto al Gobierno el cierre de las instalaciones nucleares, empezando por la controvertida planta burgalesa.
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El vicepresidente de la Fundación Ideas y ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, ha recomendó al Ejecutivo español el cierre de las centrales nucleares, empezando por la de Santa María de Garoña, como parte de las conclusiones del informe «Un nuevo modelo energético para España», presentado el miércoles por esta institución vinculada al PSOE.

Caldera señaló que es «perfectamente posible» el cierre de Garoña, cuya licencia de explotación expira el 5 de junio, ya que el reactor «ha consumido su vida útil» y es sustituible por fuentes de energía renovable. El informe concluye que las centrales nucleares existentes en el Estado español deberían comenzar a cerrarse «a partir del final de las licencias existentes», como es el caso de Garoña, cuya clausura han solicitado reiteradamente, entre otros, organizaciones ecologistas y sobre el que el Gobierno español no se ha pronunciado todavía.

Al parecer de la Fundación Ideas, «debería prevalecer el límite de 40 años» en la explotación de las centrales nucleares, sujeto a cinco condiciones: seguridad, sustituibilidad, abastecimiento, gestionabilidad y competitividad. También consideran que «no es necesario construir nuevas centrales».

No obstante, según Caldera, en el caso concreto de Garoña, hay que «esperar a lo que diga el Gobierno», para lo que «queda cada vez menos». Pero, en cualquier caso, a su entender, el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero «puede tomar la decisión (de cerrarla)» y proceder a «no renovar su licencia», porque cumple los cinco requisitos «por su antigüedad, sus potenciales problemas de seguridad y por ser perfectamente sustituible por fuentes renovables».

La toma de postura de Caldera, aunque significativa, es una más en el seno del PSOE, donde cargos de gran peso en el partido como el ex presidente Felipe González ha dicho que «se debería pensar seriamente» el cierre de Garoña y abrir de nuevo el debate sobre la energía nuclear, poniendo en entredicho la postura de la Fundación Ideas.

La opinión de la fundación ligada al PSOE se produjo la misma jornada en que el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) revisó la seguridad de Garoña, antes de pronunciarse sobre la prórroga de funcionamiento solicitada por Nuclenor, la empresa propietaria de la planta burgalesa. La del miércoles fue la segunda sesión dedicada a estudiar la solicitud de renovación de la autorización.

Si el informe del CSN es desfavorable y se desaconseja la prórroga, éste tendrá carácter vinculante para el Gobierno español, que deberá ratificar su cierre; si es favorable a prolongar la vida útil, será el Consejo de Ministros el que tome la decisión definitiva.

El de Garoña es el reactor nuclear más antiguo de los ocho actualmente operativos en el Estado español y el primero sobre el que el Gabinete Zapatero deberá adoptar una decisión.

Sebastián, «el obstáculo»

La Coordinadora Estatal Antinuclear, que agrupa a diversas organizaciones, se concentró ayer frente al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio en Madrid para exigir a su titular que no «obstaculice» el cierre.

«Miguel Sebastián mantiene una actitud pronuclear, contraria al compromiso electoral adquirido por el PSOE, y contraria a las energías renovables, como demuestra con cada decreto que realiza al respecto», afirmaron los portavoces. A su entender, el ministro es el «principal obstáculo» para poder «avanzar hacia un modelo energético sostenible, cien por cien renovable y libre de la energía nuclear».

No ha sido la única movilización de los colectivos ecologistas en los últimos días. Ekologistak Martxan se manifestó el miércoles frente a la Subdelegación del Gobierno español en Bizkaia y la sede de Iberdrola en Bilbo para exigir el cierre «inmediato» de la central. Durante las concentraciones, un grupo de 15 personas mostró pancartas bajo el lema «PSOE mentiroso cumple tu promesa. Cierra Garoña» y otra con la frase «No al lavado verde de Iberdrola», mientras iban ataviados con monos y mascarillas blancas.

«Primer paso»

Carlos Alonso, de Ekologistak Martxan, señaló que el cierre de Garoña, a partir del 5 de junio, podría ser el «primer paso» para Zapatero y Patxi López de hacer efectivo el abandono «progresivo y total» de la energía nuclear.

Divergencias

Mientras los colectivos ecologistas apoyan la reflexión de la Fundación Ideas -vinculada al PSOE- de progresivo abandono de la energía nuclear, compañías eléctricas, Felipe González y la Junta de Castilla León se oponen al cambio.

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