El secretario general del PSOE de Burgos, José María Jiménez, subrayó ayer que en el caso de que el Gobierno español decidiera el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña transcurrirá un mínimo de entre dos a tres años para que se haga efectivo. Con esta afirmación trató de contrarrestar la campaña desatada por el PP en Castilla-León en contra de la clausura de la planta.

Ante las acusaciones de que el cierre mandará al paro a 700 empleados directos e indirectos, Jiménez aseguró que el Ejecutivo Zapatero «jamás cerrará Garoña sin una alternativa para los trabajadores» de la central. Además, pidió al PP «que no genere alarmismo», ya que el Gobierno del PSOE dispondrá de un plan de empleo.

Sobre la propuesta de la Fundación Ideas del PSOE, que recomienda al Ejecutivo español el cierre de las centrales nucleares, empezando por la de Garoña, señaló que se trata de una postura que coincide con el programa de su partido, aunque matizó que es el Gobierno el único competente para decidir.

A su vez, el ex presidente Felipe González volvió a poner en entredicho el informe de la Fundación Ideas respecto a sustituir las energías fósiles por renovables a medio plazo, e instó a hacer un «cálculo riguroso» en el debate sobre Garoña.