El ex Relator Contra la Tortura de las Naciones Unidas Theo Van Boven emiti� ayer un comunicado al respecto del juicio que arrancar� ma�ana en la Audiencia Nacional espa�ola y que sentar� en el banquillo a doce alaveses que denunciaron duros episodios de tortura a manos de la Guardia Civil en agosto de 2001. Van Boven record� ayer a Madrid que como Estado firmante de la Convenci�n Contra la Tortura de la ONU cuenta con la �obligaci�n� de asegurar que �toda declaraci�n que se establezca que ha sido efectuada como resultado de la aplicaci�n de la tortura no pueda ser invocada como evidencia en ning�n procedimiento�.

En el proceso judicial que arrancar� ma�ana en el tribunal especial estos doce vascos se enfrentar�n a una petici�n de seis a�os de prisi�n, acusados de �pertenencia a banda armada�, como consecuencia de un operativo policial a goteo en base a las declaraciones que las FSE les iban arrancando en comisar�a. Basta con recordar la imagen que recorri� el mundo para comprender la dimensi�n de este nuevo proceso judicial: el rostro totalmente deformado de Unai Romano, que se puede ver en la fotograf�a superior.

Material visual �alarmante�

El ex Relator Contra la Tortura de la ONU recuerda que durante la visita que realiz� en 2003 al Estado espa�ol recibi� diversas comunicaciones alarmando sobre las torturas que denunciaban estos alaveses. �En ciertos casos las alegaciones eran corroboradas por alarmantes materiales visuales, como sucede en relaci�n con el Sr. Unai Romano, con quien me reun� en persona�, prosigue Van Boven. Mientras que las instancias espa�olas archivaron las denuncias de torturas, el Tribunal de Estrasburgo acoge desde octubre la causa de Unai Romano.

Van Boven recuerda que sus �propios hallazgos�, junto a informes internacionales, le llevaron a �la opini�n sopesada de que las pr�cticas de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes contin�an ocurriendo en Espa�a de manera m�s que espor�dica o incidental�. Y recuerda que desde instancias internacionales han vuelto a criticar en 2008 a Madrid por no implementar mecanismos para erradicar la pr�ctica de la tortura, siendo la incomunicaci�n una de sus principales fuentes.

Otra de las cr�ticas que vuelve a realizar a Madrid es la no investigaci�n de las denuncias de torturas. As�, y se�alando el caso de estos doce alaveses, recuerda que siendo el Estado espa�ol firmante de la Convenci�n Contra la Tortura de la ONU cuenta tambi�n con la obligaci�n de �asegurar que cualquier particular que alegue haber sido sometido a torturas en cualquier territorio bajo su jurisdicci�n tiene derecho a denunciarlas y a que su caso sea pronta e imparcialmente examinado�.