GARA > Idatzia > > Mundua

El SPD alemán ha dejado de ser un partido de masas tras las elecciones Europeas

Apenas uno de cada cinco votantes optó el domingo pasado por el SPD, lo que supone un fiasco de connotaciones históricas para la socialdemocracia alemana. La debacle es tanto más grave porque se produce en vísperas de las elecciones de setiembre.

p021_f01.jpg

Ingo NIEBEL

Nada más terminar un partido ya se empieza a jugar el siguiente. Los partidos políticos alemanes se estarán acordando de este viejo adagio futbolístico. Ya se preparan para las elecciones nacionales del 27 de setiembre pero antes, el 30 de agosto, han de pasar la prueba de los comicios en algunos de los 16 estados federales. Una perspectiva temporal que marca las distintas interpretaciones de los resultados del 7-J.

La canciller Angela Merkel ve confirmada su visión de un futuro bipartito formado por su Unión Demócrata Cristina (CDU) y el partido liberal (FDP). Aunque la alianza de derecha, formada por la CDU de Merkel con la regional Unión Social Cristiana (CSU), que sólo se presenta en Baviera, ha perdido seis puntos en comparación con el resultado de 2004, sigue siendo con 38 puntos la primera fuerza política. El FDP ha recibido once puntos, lo que podría ser suficiente para formar gobierno en otoño. A pesar de las pérdidas, la correlación de fuerzas entre la CDU y la CSU de Horst Seehofer no ha variado. Lo que sí ha cambiado es el volumen con el que el ministro-presidente bávaro cantó victoria el domingo. Aunque su partido se presentó sólo en Baviera debía obtener en su feudo por lo menos el 5% a nivel estatal. La CSU aprobó la prueba con más del 7%. El resultado ha consolidado el liderazgo de Seehofer tanto dentro del partido como en Baviera. Lo que le ha ayudado ha sido la imagen de su ministro de Economía en el gabinete de Merkel, Karl-Theodor von Guttenberg (CSU).

El más joven ministro de la reciente historia alemana se mostró contrario a las ayudas públicas a la automovilística Opel y a otras grandes empresas con problemas financieros como el grupo Arcandor, que regenta la cadena de grandes almacenes Karstadt. Sobre todo la gente que trabaja en empresas medianas y pequeñas ve con recelos los miles y miles de millones de euros que reciben «las grandes» mientras que para sus fábricas no queda apenas nada.

He aquí una razón de la debacle que sufrió el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). El 20% obtenido el domingo supone el peor resultado desde 1945. El partido de Franz Müntefering promete ayudas financieras a todas las empresas en crisis, también a aquellas como Arcandor, aunque la hayan provocado por errores propios y sus propietarios sean las personas más ricas del país. Este mensaje no cuaja como tampoco lo hace el ataque directo a la CDU que a la vez es socio de gobierno en la Gran Coalición liderada por Merkel. A ello se añade el hecho de que el vicecanciller, Frank-Walter Steinmeier, a la sazón ministro de Exteriores y candidato a canciller, no llega a los corazones de los votantes. Al contrario: en comparación con los comicios nacionales de 2005, de los 16 millones de votantes del SPD, nueve millones se han quedado en casa y un millón se inclinó por la CDU o los Verdes.

Un futuro difícil

Pero lo peor del SPD es su futuro. «El SPD nunca jamás volverá a ser un partido de masas», augura el politólogo Franz Walter en una entrevista concedida al diario conservador «Die Welt» este martes. El académico argumenta que no es que el SPD tenga un problema de movilización, tal y como asegura Müntefering, sino que ha perdido los «núcleos básicos» de su electorado. Esta pérdida se ha producido desde hace años y aquellos votantes ya se han reorientado políticamente: por lo tanto no regresarán. Walter augura un destino similar a la CDU, pero de forma más lenta.

Mientras tanto los Verdes se han consolidado por el momento como la tercera fuerza política. En ello le han ayudado también los comicios municipales en algunos estados federales, como por ejemplo en Baden Württemberg. En la capital de este land, Stuttgart, el partido ecologista está disputando el puesto de primera fuerza política a nada más ni nada menos que a la CDU.

El partido socialista Die Linke (La Izquierda) ha subido punto y medio, alcanzando los 7, 5 puntos y, convirtiéndose, con 8 eurodiputados, en el grupo de izquierda más numeroso en Estrasburgo No obstante, el resultado sabe a poco. Su dirección reconoció que no ha logrado movilizar a la población afectada por las reformas neoliberales y que vive al borde de la pobreza.

A ello se añade una pugna interna por el rumbo político o hacia una aún mayor socialdemocratización o el regreso a los principios socialistas. El debate interno ha subido tono desde que el ex ideólogo André Brie publicó el lunes una fuerte crítica contra el copresidente del partido Oskar Lafontaine en el semanario «Der Spiegel».

Finalmente, y como consecuencia inmediata de las elecciones europeas, la CDU cuestiona el derecho del SPD de nombrar un candidato suyo para el cargo de comisario europeo que Günter Verheugen va a dejar.

de votos

De los 16 millones de votantes del SPD en las generales de 2005, 9 millones no votaron y un millón se inclinó por la CDU o por los Verdes.

La debacle socialdemócrata llega también a Austria y remueve la Gran Coalición

También en Austria el Partido Socialdemócrata (SPÖ) cosechó un pésimo resultado histórico.

El partido del canciller Werner Faymann cayó en picado nueve puntos quedándose en el 23%.

Por contra, su socio de gobierno en la Gran Coalición, el Partido Popular Austriaco (ÖVP), logró 29 puntos. La tercera fuerza política es la lista del denominado «rebelde europeo» (Lista Martin) que subió cuatro puntos llegando al 18%. Le sigue el ultraderechista FPÖ, que con el 13% duplicó el número de votos. El también ultraderechista BZÖ, fundado por el difunto político populista Jörg Haider, ha estado a punto de mandar un parlamentario a Estrasburgo. I.N.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo