Las mujeres inmigrantes hacen oír su voz con la publicación de «Ahotsak»
Vivimos en una sociedad multiétnica donde la población inmigrante crece un poquito más cada día. En la actualidad, la realidad ha cambiado y la inmigración tiene, cada vez, una cara más femenina. Pero, ¿se les presta la atención necesaria a todas estas mujeres?
Zuriñe ETXEBERRIA
Hasta hace algunas décadas, el fenómeno migratorio, principalmente, había estado relacionado con el género masculino. A día de hoy, sin embargo, la realidad es bien diferente. La inmigración, cada vez, tiene una cara más femenina, y este mero hecho hace que este colectivo sea todavía más vulnerable. Sobre todo, a la hora de ofrecer a todas estas personas un espacio donde puedan expresar, por ejemplo, sus expectativas o inquietudes.
La Fundación Desarrollo Sostenido (Fundeso) presentó ayer el libro «Ahotsak, la voz de las mujeres inmigrantes», con el objetivo de proporcionar una visión de la realidad de la mujer inmigrante desde el protagonismo directo de las implicadas. El título, «Ahotsak», representa la intencionalidad de darle voz a una parte de la población que difícilmente encuentra un espacio propicio para ello. Este libro, que se ha publicado tanto en euskara como en castellano, recoge un amplio abanico de temas, desde los más recurrentes como, por ejemplo, el entorno laboral, hasta otros no tan frecuentes como es la realidad de las mujeres inmigrantes en prisión. Además, casi una veintena de retratos tienen cabida en la galería fotográfica.
Consejos para los medios
No es nada nuevo que el mal tratamiento que los medios de comunicación puedan realizar sobre los temas relacionados con el fenómeno migratorio contribuye a fomentar los estereotipos y recelos ya preconcebidos e instalados en la sociedad. Como quizás éste sea uno de los puntos de partida para tratar de igual a igual a este conjunto de mujeres que, por razones distintas, se vieron obligadas a abandonar sus hogares natales, el primer capítulo de «Ahotsak» trata sobre ello, bajo el epígrafe de «Las mujeres inmigrantes y los medios de comunicación».
En este apartado se hace hincapié en que pese a caer en la generalización al hablar sobre las mujeres inmigrantes, cuando su realidad es compleja y heterogénea, que existen una serie de situaciones y problemáticas que son frecuentes en este colectivo mujeres.
El protagonismo de la mujer en los medios ha aumentado en los últimos años, en la mayoría de los casos en calidad de víctima o en noticias de corazón y moda. Sin embargo, cuando oímos hablar en los medios sobre la mujer inmigrante, las noticias suelen estar asociadas a casos de violencia machista o a la prostitución ligada a redes de explotación sexual.
«Evitar el uso de un lenguaje discriminatorio e irrespetuoso», «evitar la dramatización o la simplificación de las situaciones», «preservar el derecho a la intimidad y privacidad» o «evitar calificaciones rutinarias como `inmigrante ilegal'» son algunas de las recomendaciones que este libro hace a los medios de comunicación.
Temas menos «populares»
«Ahotsak» también se centra en otro ámbito no tan «popular» como es el de las mujeres inmigrantes en prisión. Según recaban las primeras lineas de este capítulo, es un tema del que «se conoce muy poco y lo poco que se sabe está altamente distorsionado». En 2008, casi un 40% de las presas en cárceles del Estado español eran extranjeras y la imagen sobre estas mujeres «se mueve entre la victimización, demonización y la invisibilización», defiende la autora de este apartado, Estibaliz de Miguel.
La orientación sexual también puede ser un motivo para salir de su país y así lo narra Solange Tragodara, bajo el título «Huir para sobrevivir, historia de una lesbiana limeña». Por mucho que las leyes de un país no castiguen la homosexualidad, tampoco protegen los derechos de quienes no coinciden con el patrón clásico. Estas y muchas historias más harán que las voces de estas mujeres no se queden tan lejos como sus hogares.
La orientación sexual también puede ser un motivo para salir de cualquier país que no proteja los derechos de los ciudadanos que no siguen el patrón de la heterosexualidad