El Índice de Precios al Consumo (IPC) continúa con su tendencia descendente, a tenor de los datos de mayo que dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), aunque el comportamiento fue desigual en Hego Euskal Herria, con nuevas caídas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, mientras los precios se mantuvieron en Nafarroa.

El descenso más acusado se produjo en Gipuzkoa (-0,3%), seguido de Araba y Bizkaia, herrialdes donde los precios bajaron un 0,1%. Por contra, en Nafarroa, el IPC se mantuvo, aunque la tasa interanual es la más alta de los cuatro herrialdes, porque la bajada que acumula es de un 1,1%, seguida de Araba, donde la tasa interanual cede un 0,5%.

Por lo que respecta al comportamiento de los precios por sectores, vestido y calzado fueron los más inflacionistas, muy por encima de otros ámbitos de consumo, y especialmente en Nafarroa, donde en este sector se registró un encarecimiento en mayo del 4%.

En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, por su parte, vestido y calzado también fueron los elementos que más se encarecieron, aunque un 1,1%, muy lejos de los registros de Nafarroa.

Transporte y menaje también registraron aumentos de precios, aunque más suaves, de un del 0,7% y 0,2% respectivamente en la CAV y del 0,8% y 0,3% en Nafarroa. En este último herrialde, otro sector, la enseñanza, se encareció ligeramente en mayo: un 0,1%.

Entre las caídas de precios destaca, por otra parte, el sector de ocio y cultura, con descensos del 2,6% en Nafarroa y del 1,5% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, así como el de medicina, con caídas del 1,9% en la CAV y del 1,4% en Nafarroa.

Por lo que respecta a la evolución mensual de alimentos y bebidas alcohólicas, los precios cayeron un 0,8% en Nafarroa y un 0,7% en la CAV, un comportamiento que se asocia a la reducción de los precios en la mayoría de sus componentes, entre las que destacan la leche y la carne de ave.

La subida en vestido y calzado se relaciona, asimismo, con el cambio de temporada, primavera-verano, mientras la caída de precios en el sector de la hostelería, -del 0,4% en Nafarroa y del 0,1% en la CAV- se asocia a la bajada de precios de los hoteles y otros alojamientos tras el periodo vacacional de Semana Santa y a la estabilidad de los mismos en restaurantes, bares y cafeterías.

En el Estado español, el IPC se mantuvo en mayo y registró su tercera caída interanual consecutiva, ahora hasta el 0,9%. Algunas fuentes destacan que la diferencia del precio del petróleo de mayo de 2008 con el mismo mes de este año es la principal causa de la caída de la inflación, ya que en mayo del año pasado el precio del barril de Brent se situaba en 124,68 dólares, más del doble de los 58,59 dólares del mes pasado.

Según el INE, los grupos que más influyeron en la caída del IPC fueron el transporte, por la menor subida de los carburantes, los alimentos y bebidas no alcohólicas, debido principalmente a la caída de algunos alimentos como el pollo, la leche o la fruta y el ocio y la cultura, por el descenso del precio de los viajes tras la Semana Santa.

El fantasma de la deflación

A pesar de la caída registrada en la tasa interanual por los precios en mayo, en los dos meses anteriores los precios subieron en la tasa mensual, mientras en mayo se mantuvieron estables, lo que a juicio de algunos expertos macroeconómicos aleja la posibilidad de que se entre en deflación.

La guerra de los precios en la distribución de los productos es una de las causas que ha originado la caída del Índice General de Precios (IPC) en mayo, según un informe de la Universidad Carlos III de Madrid. El citado centro indica además que entre las causas que han provocado la bajada de los precios está la caída de la demanda y factores que no se observan a simple vista.

Por su parte, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, calculó que la inflación seguirá registrando tasas negativas «hasta finales de otoño como mínimo», aunque precisó que «en ningún caso» contempla un escenario de deflación. Campa admitió que la menor demanda está empujando en alguna medida la bajada de los precios, si bien subrayó la «lectura positiva» de la caída de la inflación. El secretario de Estado insistió en que la deflación es una caída generalizada, persistente y continuada del nivel de precios, y ahora «no se observa» ese escenario. A partir de julio y agosto -valoró- desaparecerá el efecto base del petróleo, cuyos precios fueron un año antes muy superiores, y aún quedarán algunos meses más de tasas negativas, «hasta finales de otoño como mínimo».

El vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda de Nafarroa, Álvaro Miranda, mantuvo sus previsiones de cerrar el año con una inflación algo superior al 0% y apuntó que pese a las bajadas del IPC considera que «no habrá deflación en términos de teoría económica».