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CRÓNICA Homenaje en el Antiguo

Músicos, dantzaris y bertsolaris de la escena local recuerdan a Mikel Laboa

El barrio donostiarra del Antiguo se volcó el viernes por la noche para homenajear a Mikel Laboa, uno de los músicos más carismáticos y referentes de la escena vasca. Música, bertsolaris, baile y videoproyecciones fueron el menú de un homenaje que resultó ser cercano y entrañable. Anari, Oreka TX, Gorka Urbizu o Niko Etxart fueron algunos de los artistas que pisaron el escenario.

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Koldo OTAMENDI

Desde que el músico donostiarra falleciera en diciembre pasado, muchos han sido los homenajes que se le han tributado a lo largo y ancho de Euskal Herria. Organizado por la sociedad Antiguotarrak y Antiguotarrak dantza taldea, el homenaje coincidía con el nacimiento de Mikel Laboa (mañana cumpliría 75 años).

El acto, fue presentado por el actor Ramon Agirre, caracterizado como Mikel Laboa, (con txapela, pantalones vaqueros y el jersey enroscado al cuello) que con sus intervenciones arrancó aplausos y sonrisas entre un publico que había agotado las entradas semanas antes de la noche del viernes.

La cita con Laboa la abrió la proyección del documental «Haika Mutil» de Imanol Uribe, para dar paso a la música con la participación del coro local Luberri. Acompañados por dos guitarras, interpretaron dos temas con las que el público fue entrando en calor. Los siguientes en subir al escenario fueron el trikitilari Iker Goenaga y su banda. Goenaga, colaborador habitual de Laboa, recordó a Mikel con «Elgeta» y toco dos temas más de su repertorio.

Amigos en el escenario

Durante las tres horas y media que duro el espectáculo, pasaron por la vídeo pantalla amigos del barrio del Antiguo, un enérgico Juan Gorriti, y el músico catalán Lluis Llach, que alabó a Mikel y lo situó entre sus referencias musicales y de vida.

Los txalapartaris Oreka TX se fusionaron con la triki de Goenaga, la percusión y tuvieron la participación de Kukai dantza taldea, quienes realizaron unas bellas coreografías. Sin duda, uno de los momentos más emotivos y aplaudidos de la noche. Con la voz de Erramun Martikorena, el frontón se lleno de melodía y sentimiento. Recitó, entre otros temas, «Gaztetasuna eta zahartasuna», versos escritos en el siglo XIX y que formaban parte del repertorio de Laboa. El festival avanzó con un gran Niko Etxart, que puso un punto de humor, explicando las técnicas de Mikel al cantar. Se atrevió con «Txinaurria» y acabó con un «Baga, biga, higa» a ritmo de rock&roll y apoyado por el público.

Con Gilistak llegó la experimentación. Mariano (Inoreneroni) a la guitarra, Peru (Basanabasa) a las bases electrónicas y al sampler, Hedoi Etxarte con el violín y Eneko Ábrego (Inoreneroni) a las voces, mezclaron la electrónica y el flamenco, experimentando y arriesgando en «Mugak». Tras ellos subieron Xabi Strubell y Nerea Olaxa, voces de Zura, que transformaron «Haize hegoa» a ritmo de una cálida bossanova. El cartel del festival anunciaba sorpresas, y así fue. Ruper Ordorika con la su guitarra accedió al escenario para ofrecer dos canciones. La presencia de Ruper fue muy aplaudida por el público.

Y después llego el rock y la distorsión. Con los músicos de Anari como banda acompañante (Mikel Ábrego, Xabier Olazabal y Borja Iglesias), la electricidad se impuso en el frontón del Antiguo. El primer tema en caer fue «Ama hil zaigu», con Karlos Osinaga de Lisabö a la guitarra, Xabier Montoia a la voz y Gorka Urbizu de Berri Txarrak, acompañando a Ábrego a la batería, a dos cajas. El propio Urbizu, esta vez a la guitarra y la voz, atacó «Lilurarik ez» a su manera y Anari se atrevió con un precioso «Aintzinako bihotz» que cerraba el set eléctrico.

El broche final, con placa de recuerdo del homenaje para los familiares de Mikel, como no podía ser de otra forma, fue con todos los músicos en el escenario y el público puesto en pie, cantando un emotivo «Txoria txori» a capella, que acabo con una salva de aplausos que duró varios minutos.

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