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Denuncia de la desaparición de Jon Anza

Miles de personas muestran su rabia ante la «guerra sucia del siglo XXI»

Alrededor de cuatro mil personas unieron su voz en Donostia para preguntar tanto al Estado español como al francés «¿dónde está Jon?» y «¿qué ha ocurrido con él?». Denunciaron que UMP y el PSOE «hayan abierto todos lo frentes represivos» y enmarcaron esta desaparición dentro de la «guerra sucia del siglo XXI». Los miles de manifestantes mostraron su firmeza y confirmaron que «no pararán hasta conocer el destino de Anza y qué ha ocurrido con él».

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Oihana LLORENTE | DONOSTIA

La rabia y la indignación fue latente en la manifestación que recorrió ayer las calles donostiarras en denuncia de la desaparición del militante vasco Jon Anza. «¿Dónde está Jon?», ése fue el lema que abrió la marcha; pregunta que lanzaron al unísono, una y otra vez, las casi cuatro mil personas que siguieron la manifestación. Al finalizar la marcha, alertaron además de que mientras no se responda a esta pregunta «no descansaremos».

La pancarta se abrió paso bajo el clamor «herriak ez du barkatuko», mientras que las miles de personas congregadas en el Boulevard mostraban su calor aplaudiendo a la cabecera de la marcha, donde se encontraban allegados de Anza. Muchos de los manifestantes vestían llamativas camisetas naranjas con la imagen de Anza y otros muchos enarbolaban carteles en los que se podía leer: «Terminar con la represión y la guerra sucia».

Pronto se cumplirán dos meses desde que Anza fue visto por última vez, y cada día que pasa las esperanzas de encontrarlo con vida se van atenuando, como destacó la ex presa Itziar Galardi, que hizo de portavoz junto al vecino de Intxaurrondo Bittor Valderrama.

Las caras largas y los constantes gritos como «Rubalcaba asesino», «Rubalcaba terrorista» o «PSOE, GAL berdin da» afloraban el enfado de los manifestantes, que eran estrechamente vigilados por siete furgonetas de la Ertzaintza y un helicóptero del mismo cuerpo policial. También hubo eslóganes para ellos como «zuek ere txakurrak zarete!» o «alde hemendik, utzi bakean!».

Tanto Galardi como Valderrama enmarcaron este oscuro pasaje de la desaparición del militante donostiarra dentro de la «guerra sucia», y alertaron de que «estamos ante la guerra sucia del siglo XXI». Ambos afirmaron que no les faltan motivos para llegar a esta conclusión y recordaron el secuestro del navarro Alberto López, en agosto del pasado año; el de Juan Mari Mujika en diciembre en Nafarroa Beherea y el reciente acoso sufrido por el ex preso bilbaino Lander Fernández.

Valderrama sentenció que UMP y PSOE han decido «emprender conjuntamente el camino de la represión y la violencia» para acabar con el problema que tienen con Euskal Herria. En este sentido, apuntó que han abierto «todos los frentes represivos» y tras recordar que la represión tiene muchas caras, aseguró que una de ellas es la de la «guerra sucia».

En el acto que puso punto y final a la marcha, no olvidaron a Josu Muguruza, Santi Brouard, Lasa y Zabala, Joselu Geresta y a Josu Zabala, Basajaun, que fueron acogidos por el público con sentidos aplausos y al son de «herriak ez du barkatuko!».

La ex presa oiartzuarra fijó su atención en el Gobierno francés, quien entiende que tiene la responsabilidad de encontrar y explicar qué ha ocurrido con este ciudadano vasco. Aun y todo, no olvidó que el Gobierno que ahora lidera Sarkozy también participó de manera activa en la guerra sucia.

Desde el quiosco del Boulevard, también tuvieron palabras para la clase política vasca a la que acusaron de actuar «como si nada hubiera ocurrido». «¿Dónde está el respeto a los derechos humanos, que tanto apelan?», preguntaron con enfado.

Indicaron que la desaparición de Anza tampoco ha llegado a ser noticia en los grandes medios de comunicación, e indicaron que eso conlleva «otorgar espacios de impunidad a la represión».

Las preguntas dirigidas al Estado español y francés, «¿dónde está Jon? y «¿qué ha sucedido con él?», volvieron a resonar desde los altavoces y aseguraron que no van a descansar hasta conocer las respuestas a estas preguntas. Para ello, solicitaron el incremento de la presión y de la movilización social.

Galardi aseguró que la aspiración de este pueblo es «superar esta situación y llegar un escenario de verdadera democracia», sin embargo, defendió la importancia de levantar «una barricada que ponga freno a la represión».

txalaparta

Los manifestantes se agolparon tras la manifestación bajo el quiosco del Boulevard al ritmo de la txalaparta, después fue el bertsolari Jokin Uranga quien les dio la bienvendida.

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