Mario H. Calixto Colectivo Bachué
El derecho de asilo, una lotería peor que las VPO
El 20 de junio fue el Día Mundial de los Refugiados y Refugiadas, y no fue un día para celebrar, sino para decir en voz alta que el derecho de asilo y refugio se encuentra hoy en una grave crisis, principalmente de reconocimiento por parte de las naciones del Norte en comparación con los países en vías de desarrollo a donde llegan la gran mayoría de los exiliados y exiliadas del mundo.
Por su parte, la crisis del derecho de asilo se agrava mucho mas en la Unión Europea, ya que los países europeos están limitando el asilo-refugio con la excusa de combatir la inmigración irregular, impidiendo que personas que huyen de la represión, los conflictos y las amenazas puedan tener su protección en Europa, Estados Unidos o Japón.
Pero, por si fuera poco, hay que decir que a la UE llega muy poca gente en régimen de asilo y refugio en comparación con la que se traslada a los países empobrecidos, debido a que en la mayoría de los casos conseguir asilo o refugio en los llamados países «ricos» es una carrera de obstáculos. Los gobiernos de Europa consideran aún mas insoportable con la crisis económica la «carga» que suponen los solicitantes de asilo, y eso que a la Unión sólo llega el 9% de las personas exiliadas.
Hoy son 14 millones de refugiados y 24,5 millones de refugiados internos (desplazados), de los cuales el 91% se refugia en Sudán-Congo, Colombia, Irak-Afganistán, Palestina y la RASD.
En el Estado español las cifras de solicitantes de asilo han descendido no porque hayan mejorado las causas que provocan el exilio, sino porque las medidas aplicadas por el Gobierno español son implacables restricciones reflejadas en el descenso de las admitidas. En el año 2007 aprobaron un 5,03% y en 2008 un 3,14% del total de peticiones.
Pero va ser mucho más difícil en este año, ya que el pasado diciembre de 2008 el Congreso de los Diputados español aprobó a escondidas la Ley Reguladora del Derecho de Asilo y Protección Subsidiaria, que en su contenido contempla no poder solicitar el asilo por vía diplomática en las embajadas de España; desaparece el papel del ACNUR en el procedimiento de Asilo en Frontera; discrimina las solicitudes de asilo introduciendo aquello de «terceros países seguros» y «países de tránsito seguro»; no reconoce el derecho de asilo a las personas de la comunidad europea y establece «en todo caso» el plazo de un mes «desde la entrada al Estado español o desde que se produzcan los acontecimientos» para pedir la protección internacional, desconociendo la tragedia personal y colectiva del solicitante.
Bueno, me parece que con todo esto es más fácil acceder a las viviendas de protección oficial, VPO porque al menos han mirado y tienen el expediente, muy distinto a la aventura de las pateras, los aviones, los contenedores, los aeropuertos, las aduanas, las comisarías, etc.