IBILIZ IBILI | Antxon Iturritza, «Aizpel»
Ubieta desde el Puerto de Angulo Pasando por la lobera y la cueva de San Miguel
Desde el valle de Aiara, la sierra Garobel o Salbada se levanta como una gran muralla que establece una frontera de climas, tierras y paisajes. Contra su escalón calizo de más de 600 m de desnivel chocan los vientos húmedos del Cantábrico, impidiendo su paso a las tierras mesetarias del valle de burgalés de Losa, provocando una rotunda transición de colores y formas en los panoramas.
Barrera para vientos, pero no para el ser humano, que en sus 20 km de longitud se ido abriendo numerosos pasos que han permitido en el discurrir de la historia la comunicación entre Castilla y Bizkaia. Por ellos han cruzado personas y ganados, hierro y sal, pestes y guerras. Uno de esos collados es el puerto de Angulo, emplazado en la parte más occidental de la sierra, que hoy va a servirnos como punto de partida para nuestro recorrido montañero.
Junto al túnel que evita el paso por la antigua carretera del puerto, existe un aparcamiento desde el que comenzaremos a caminar (725 m). En dirección este, cruzamos una barrera metálica. Al otro lado se abre una pista herbosa que cruza el pinar. Permanecemos atentos para abordar los senderos que evitan sus curvas y nos permite acercarnos a la espectacular morfología kárstica del barranco de San Miguel. La caída de agua se encuentra casi siempre seca, pero su cauce abierto en la roca nos va a orientarnos en la localización de la cueva de San Miguel el Viejo.
Al llegar a un cruce con un cairn (15 min), abandonamos el borde del cantil y nos desviamos hacia la izquierda por un camino ligeramente descendente que se va acercando al lecho de roca pulida del arroyo.
Sin llegar a él, buscaremos sendas que, sin perder altura, nos vayan acercando al pie de la barrera de roca. Cruzamos una alambrada por el paso habilitado y proseguimos penetrando en el embudo rocoso que termina cerrándose frente a la portada de la cueva de San Miguel el Viejo (810 m) (30 min). Una antigua canalización recoge el agua que surge de sus entrañas, desviándola de su cauce natural hacia la cascada. Penetramos en la cueva. Aunque aparentemente se cierra a los pocos metros, su desarrollo interior de más de cinco km.
De retorno de la cueva, tras cruzar de nuevo el paso de la alambrada, localizaremos a la izquierda un sendero estrecho que inicia un fuerte ascenso sobre terreno pedregoso. Su tenue trazado nos lleva a superar el contrafuerte rocoso hasta situarnos al borde del mismo.
Pocos metros más adelante, en la confluencia con una pista, encontraremos los restos de la lobera de San Miguel, testimonio fehaciente de la importancia que tenía para los pastores de la sierra la lucha contra su enemigo ancestral (910 m) (55 min).
Las loberas eran trampas para cazar lobos formadas por dos altos muros de piedra convergentes hacia los que los batidores empujaban a la alimaña. Su longitud oscilaba entre 150 y 200 m. Al final del embudo, se abría un foso, perfectamente visible en esta lobera, en el que finalmente caía el lobo y donde era rematado.
El último lobo que fue cazado mediante estas trampas en Euskal Herria lo fue en 1956 en la sierra de Gibijo, donde también se conservan restos de estas construcciones. Actualmente, para zozobra de los ganaderos, el lobo ha retornado a la sierra y los rebaños suelen estar custodiados por impresionantes mastines de los cuales es mejor mantenerse a prudente distancia.
Tras examinar con detenimiento la envergadura de los muros de la lobera, podemos continuar con la excursión que va seguir el perfil de la sierra permitiéndonos el disfrute de vistas magníficas sobre los contrafuertes de la sierra.
El borde del cantil describe una curva a la derecha y nos encamina directamente hacia la cima redondeada de Ubieta (1.133 m) (2,10 h). Tiene buzón y desde su emplazamiento podremos percibir el papel frontera climática que ejerce la sierra entre dos paisajes contrastados como son los prados verdeantes del valle alavés de Aiara y los campos cerealistas del valle de Losa.
En este punto podemos decidir si ampliar la excursión hacia las cumbres ya visibles de Pico de Añes y Eskutxi (2h más) o retornar al punto de partida. Si optamos por esta alternativa vamos a adentrarnos ligeramente hacia el sur hasta encontrar con una pista que nos irá llevando de retorno hacia el puerto de Angulo, pasando de nuevo por la lobera de San Miguel (3,15 h).