Nueva etapa de EA con la misma línea política
El Congreso extraordinario de Eusko Alkartasuna se cerró ayer dando una sensación de cohesión, con una Ejecutiva Nacional renovada casi al cien por cien y a cuya cabeza se situará, como estaba previsto, Pello Urizar. Para su elección no fue precisa votación alguna, ya que se hizo por aclamación. Por supuesto, la escisión de los críticos del partido en vísperas de las elecciones europeas ha facilitado ese clima cordial y esa imagen de cohesión, imposible cuando los dos sectores cohabitaban bajo las mismas siglas. Así pues, si bien tras el traspié electoral la escisión ha supuesto un claro debilitamiento de la formación, también es una oportunidad para su necesaria cohesión y clarificación política, que puede trascender a todo el espectro abertzale.
El compromiso teórico de EA por propiciar la unidad de acción de las fuerzas abertzales y de izquierdas es lo más reseñable de este Congreso, no por novedoso -toda vez que la ponencia política debatida coincidía en gran parte con la del anterior Congreso-, sino porque es poco común que un partido que en las elecciones autonómicas del 1 de marzo sufrió una verdadera debacle, tal y como su propia ponencia reconocía, y posteriormente una escisión por discrepancias con esa orientación soberanista, siga apostando por la misma. La lectura que la dirección del partido hace del fracaso electoral no es precisamente coincidente con la del sector escindido, ya que achaca la pérdida de votos a la polarización de las elecciones autonómicas y al efecto del «voto útil» en favor, más que del PNV, del candidato Juan José Ibarretxe, quien en las dos anteriores legislaturas enarboló un discurso próximo al de EA.
En el Congreso se han observado algunos recelos en cuanto a la posible imagen que EA puede dar en una eventual unidad de acción con la izquierda abertzale. Urizar trató de disipar esos recelos asegurando reiteradamente que sólo aceptarán las vías pacíficas. Parece razonable y conveniente que los organismos que apuestan por un movimiento soberanista fuerte hagan su aportación al mismo desde su idiosincrasia, pero hace falta pasar de las palabras a los hechos.