El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, consideró ayer que la política de relaciones exteriores avanzada por el primer ministro sionista, Benjamin Netanyahu, en su discurso de la semana pasada, supone una «oportunidad» para el «proceso de paz» en Oriente Próximo. Barak hizo estas declaraciones en su visita a Egipto, un país que se mostró bastante crítico con la declaración de intenciones de Netanyahu, quien abogó por la creación de un Estado palestino desmilitarizado sin comprometerse a desmantelar las colonias judías en los territorios ocupados de Cisjordania.

Para Barak, el propósito de Netanyahu era «aclarar que el objetivo final es contar con una situación donde dos pueblos, el palestino y el israelí, viven juntos en dos estados en buena vecidad, paz y seguridad». Señaló que debe hacerse aún más para conseguir la creación del Estado palestino y citó la necesidad de que los árabes reconozcan a Israel como Estado judío.

Asimismo, Barak instó a la comunidad internacional a que presione a Hamas para que acepte los requisitos que se le exigen para negociar: la renuncia a la violencia, el reconocimiento de Israel y aceptación de los acuerdos firmados en el pasado entre Israel y la OLP.