Los requerimientos notificados en los últimos días por la Policía autonómica a varios ayuntamientos vascos no están tomando en consideración las recomendaciones emitidas por el relator de la ONU para los Derechos Humanos. Las fuentes jurídicas consultadas por GARA destacan que la Ertzaintza está extendiendo las acusaciones por «enaltecimiento del terrorismo o menoscabo a las víctimas» haciendo caso omiso al organismo internacional que reclamó a Madrid que tipifique con claridad estos delitos.

Según explican, el delito de enaltecimiento consiste en «alabar con palabras o gestos, y lo tiene que hacer alguien», y recuerdan que en la legislación española está establecido «el derecho penal de autor». Por ello, consideran que en todo caso debería ser imputado el que coloque el cartel, la fotografía o habría realizado la pintada.

Señalan que sería complicado imputar a un Consistorio por «omisión», al no ser el responsable de realizar el delito y creen que también es «discutible legalmente» la posibilidad de acusar a una persona por las fotografías de los presos políticos.

En su opinión, la «cruzada» emprendida por la Policía autonómica tras la llegada de Rodolfo Ares a Interior de Lakua responde a una «lectura política interesada», ya que sus actuaciones escapan de sus «competencias y facultades». Indican que la Ertzaintza tiene autoridad para comunicar que una actuación pueda ser constitutiva de delito, pero defienden que los retratos de los presos políticos vascos no son delictivos.

Siguen retirando fotografías

La Ertzaintza continúa con la persecución de las fotografías y carteles de presos, y ayer actuó en Portugalete y Arrigorriaga. En la localidad jarrillera retiró una pancarta con las fotos de los nueve presos del pueblo, y otra de Segi, del Casco Viejo que está en plenas fiestas. En Arrigorriaga, por su parte, se personaron en la herriko taberna y se llevaron consigo los retratos.

A pesar del hostigamiento policial, las iniciativas en solidaridad con los presos vascos no cesan. En Ibarra han emprendido una acampada en defensa de los derechos de los represaliados y el martes 100 personas se concentraron en Bilbo frente al Teatro Arriaga. En Eskoriatza 200 personas participaron ayer en una kalejira por los presos celebrada en plenas fiestas.