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Raimundo Fitero

Todo

Las privadas clásicas, lo quieren todo. Las dos únicas cadenas privadas de primera hornada son Antena 3 y Tele 5 y en ambas la sombra de Berlusconi es alargada. Paolo Vasile en una y Mauricio Carloti en otra, dos italianos al frente de la cúpula operativa dejan a las claras que son fruto del modelo berlusconiano y que sean cuales sean las mayorías accionariales, siempre hay un fondo mancomunado en donde si se van quitando capas aparece alguna empresa del señor de las fiestas privadas con señoritas de compañía, don Silvio, un magnate, un capo.

Pues estos señores, conseguido que en breve TVE no emita publicidad o la limite hasta lo anecdótico, quieren que también las autonómicas den el paso adelante y no les hagan competencia. Quieren toda la publicidad existente para ellos, y hasta, de pasada, aprovechan la ocasión para quejarse de la llegada hace pocos años de las otras dos generalistas privadas, Cuatro y la Sexta, porque aseguran que fue una jugada del gobierno de ZP para quitarles audiencia a ellos, los auténticos, las genuinas cadenas llamadas privadas, aunque si se pasa el algodón se descubre que han sido siempre punta de lanza de los partidos de la derecha española, a veces de una manera totalmente objetivable y en otras simplemente por decantación. Hasta han sido prolongaciones del gobierno de turno.

Lo quieren todo porque es la única manera de seguir ganando las cantidades que ganan, que sus accionistas en bolsa sigan apostando por sus valores, porque resulta que la parcelación de audiencias les está dejando desamparadas. Tele 5, por ejemplo, con el fútbol de la Copa de Confederaciones ha logrado hacerse con el primer puesto en audiencia en el mes de junio, pero con un porcentaje muy pequeño y como La Roja no llegó a la final, los especialistas calculan que esta operación ha sido poco rentable, cuando no un fracaso. La crisis de publicidad donde está haciendo realmente daño es justamente donde había mayor cantidad de dinero en juego, y si se mira con atención a la pantalla se descubre, no solo que ahora sabemos al temperatura en Logroño o en Noja, sino que hay bastante menos anuncios y anunciantes que hace unos meses.

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