GARA > Idatzia > Iritzia > Paperezko lupa

Maite SOROA | msoroa@gara.net

Otra de fotografías

Abordar la delicada tarea del análisis político desde las vísceras conlleva el riesgo de desnudar lo que se trata de ocultar.

Ayer, en «La Razón», el televisivo Ernesto Sáenz de Buruaga hilvanaba argumentos de poco fuste para llegar a lo que en realidad se vende. Así comenzaba con un aserto: «Los nacionalistas vascos han tenido tres coartadas en los últimos años: Franco, el centralismo de Madrid y ETA. Franco ha muerto, tal y como ha certificado Garzón. El centralismo es una broma. Queda ETA instalada en la sinrazón».

De aquí, no se sabe muy bien cómo, salta al cambio de López: «Y el País Vasco se dibuja de nuevo a sí mismo. Se vuelve a la normalidad en cosas tan simples como que los mapas del tiempo en la TV reflejan la realidad y no un sueño separatista. Que se llore a los muertos y se acompañe a la viuda. Que en los entierros suene el himno nacional». Lo único nuevo es el mapa de marras, pero a Saez de Buruaga eso le trae sin cuidado. Le interesa lo otro. Lo que ahora se verá.

Se felicita el columnista porque Patxi López ha dado «un paso más». Eso es: «Las fotos de los etarras, colgadas con arrogancia en los balcones de algunos ayuntamientos, en herriko tabernas, o en paredes, no humillarán la dignidad de la gente de bien. Esa vergüenza consentida durante años que es una bofetada a los familiares de las víctimas. Sus verdugos, tratados como héroes. Los asesinos, recordados con insolencia mientras que nuestros muertos son llorados en los cementerios y en la calle insultan a sus familias. Es cobardía, la ley del miedo que impera todavía en muchos pueblos vascos y se permite como una parte del paisaje. Y esto también cambiará. La Policía vasca hará su trabajo y se quitarán unos carteles que nunca debieron estar». No se pregunta por qué la gente pone esas fotografías, las cuelga de sus balcones y las lleva en pegatinas. La respuesta sería desoladora para él.

Y termina: «Algo se mueve y deprisa en el País Vasco. No hace muchos meses se permitía presidir la comisión de derechos humanos del Parlamento de Vitoria al hoy jefe de ETA, Josu Ternera (...) Es el momento de coger aire». No será muy democrático ese aire, cuando para dar esos pasos que dice ha dado el nuevo Gobierno autonómico han tenido que dejar sin representación parlamentaria a una buena parte de ciudadanos.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo