Sastre hace un balance positivo del Giro y se muestra feliz por salir hoy de amarillo con el número 1 tras ganar el pasado Tour. Pese a ello, asume que no le den de favorito.

¿Cómo llega al Tour tras ganar dos etapas y acabar cuarto en el Giro?

Acudí a Italia con el objetivo de ganarlo, pero no pude. No conocía el recorrido, no había ido a reconocer ninguna etapa y pensaba que era más duro. Lo fue, pero explosivo, lo que no me conviene. Con el objetivo de ganar el Giro ataqué en Monte Petrano y apenas pude sacar, contando la bonificación, 40 segundos. Entonces entendí que no podía ganar, que el podio no tenía más importancia, y preferí cambiar por una vez mis objetivos. Siempre he luchado por generales y así tengo un palmarés con muchos puestos y pocos triunfos. Quise correr en busca de etapas y gané otra. Fui al Giro porque era la primera grande con mi nuevo equipo, quería que sirviera de experiencia para llegar al Tour con toda la maquinaria engrasada. El Giro nos ha enseñado mucho a mí y al equipo, y ha servido para que lleguemos mejor. El equipo está preparado y yo también.

¿Cómo le ha cambiado la vida la victoria en el último Tour?

Me ha cambiado por la cantidad de medios de comunicación a los que debo atender, soy una persona más popular. Además la seguridad interior y la experiencia que da ganar un Tour es muy importante. Son cosas que ayudan a ver todo distinto por la experiencia que adquieres. Pero mi vida particular no ha cambiado. Sigo siendo la misma persona, hago las mismas cosas y me siento feliz de hacer lo que hacía y hago.

¿Siente que mucha gente se ha alegrado con ese triunfo?

La gente de a pie, para llegar a lograr aquello con lo que sueña, debe trabajar toda la vida. Esto es lo que más he sentido después, cuando me dicen que «nos vemos reflejados en ti porque te lo has currado. Has trabajado para mucha gente, has ayudado a otros a lograr esos sueños y has llegado al final de la carrera a saborear las mieles del triunfo». La inmensa mayoría de las personas, antes de ser jefes o tener responsabilidad han hecho las cosas desde abajo. Mucha gente se siente identificada conmigo y también en el pelotón. No sé si me siento más querido o respetado que antes. Sí siento el respeto de mucha gente importante.

Tuvo muchos compromisos tras ganar el Tour y ha participado en numerosas causas solidarias...

No las digo por mí, sino porque es importante para ellas que el resto del mundo las conozca. Son fundaciones que colaboran y ayudan a muchas personas, a niños con enfermedades que necesitan apoyo de todo tipo, económico, sicológico... Tanto ellos como sus familias. Siempre he dicho que a las personas hay que ayudarlas cuando lo necesitan y eso me ha animado. Sobre todo me quedo con la imagen de un niño que no te conoce de nada, pero al que le dicen que viene un famoso al hospital y mira por la ventana esperándote. En ese momento no piensan ni en ellos ni en su enfermedad, ocupan su mente con otras cosas que les ayudan a inhibirse. Quizás demos demasiada importancia a cosas que no las tienen y a las que la tienen no se la damos. Colaboro con el Kinder Kanker Fonds, una unidad que trata a los niños con cáncer. Con la Fundación Deportiva Carlos Sastre tenemos escuela de ciclismo, equipo juvenil y amateur y damos a los niños la oportunidad de crecer cultural y físicamente a través del deporte y la bicicleta. Colaboro con una Fundación de Síndrome de Down en Ávila, con Sid Can de Madrid, qua ayuda a niños con sida y he colaborado con otras causas sociales. He dado maillots para sorteos para recaudar fondos para hacer escuelas en la India o diferentes obras sociales en todo el mundo. También he colaborado y apoyé en Estrasburgo a la Asociación Mundial de Diabéticos para prevenir casos de diabetes entre niños... Con esto robas tiempo de tu descanso, pero ves la sonrisa de niños y padres que sufren y no hay nada más gratificante que apoyar a personas que lo necesitan.

¿Cómo una persona que siempre ha apoyado a los demás, en el CSC y en la vida, acaba mal con su director Bjarne Riis el año pasado?

Las personas muchas veces sólo miramos en nuestro propio interés, sin primar el interés común. No puedo echar nada en cara a los siete años en CSC ni a Riis. Sólo entiendo que ha habido una situación que quizás no ha sabido o no ha querido entender. La decisión la tomé con él. Tanto los dos hermanos Schleck como yo no es que tuviéramos un problema. No quería en el final de mi carrera parar la proyección de unos corredores que sueñan con objetivos. Choca que un campeón del Tour cambie de equipo. Ha sido el conflicto más grande. Dije lo que creía y actué pensando no sólo en mi interés, sino en el global de un equipo en el que desarrollé una vida deportiva junto a un montón de gente a la que quiero y aprecio. Para mí no era nada fácil irme, era más fácil unirme a un equipo con todo hecho, con un gran contrato económico y con un soporte deportivo detrás de mí. Por contra, he creado un equipo con un montón de cosas que he hecho y no tenía que hacer. La comunicación en ese momento no fue la mejor. Es todo. Cada vez que me encuentro con mi ex jefe nos saludamos y se terminó todo. Pensamos de diferente forma. Dije lo que dije porque me sentía mal, se debía hacia mí otro respeto que no hubo, pero me quedo con los mejores recuerdos de aquel equipo.

Se criticó a los hermanos Schleck en Alpe d'Huez tras su ataque que le permitió ganar el Tour...

Ellos lo ven de manera diferente. Ni mejor ni peor, y respeto lo que hicieron. No soy nadie para juzgarlo. Cada uno tiene un punto de vista y poner a todo el mundo en una dirección no es fácil. Lo que quedó claro es que fui el mejor en Alpe d'Huez, mantuve el amarillo en la crono y era dentro del equipo el único capacitado para ganar la carrera. Y la gané.

¿Se puede rendir al mejor nivel en el Tour tras disputar el Giro?

Se pueden hacer las dos grandes. Ya las hice en el 2006. Se pueden hacer muchas cosas. Lo más importante es saberlas planificar, qué es lo que necesitas para llegar a ellas bien este año. He hecho toda mi vida Tour y Vuelta a tope y en ambas he dado un buen nivel siendo más tarde en la temporada. Este año hago Giro y Tour porque me hacía ilusión disputar el Giro al 100%. Entre medias no he tenido ninguna competición y sí tiempo para descansar, ver etapas y entrenarme. No me preocupa hacer el Giro y el Tour a tope.

¿Cómo ve el diseño de este Tour?

Tal como están estructuradas las grandes, es importante empezar con muy buen nivel. No puedes llegar ni corto ni pasado de forma. Debes tener un nivel importante para afrontar las tres semanas con garantías para no perder tiempo desde la primera etapa, en la que hay un cambio radical al sustituir la prólogo por una crono más larga y dura, hasta la penúltima del Mont Ventoux. Estaría encantado si repito allí lo de Alpe d'Huez. Quizás lo más llamativo con otros años son los pocos kilómetros contrarreloj.

¿A pesar de ganar el último Tour, sólo se apunta en los pronósticos a Contador y Armstrong?

Es un tema mediático y no me preocupa en exceso. Miro qué es lo importante para mí y mi equipo y tomo decisiones. Lo que diga el resto no me preocupa, ni lo que espere. Lo importante es lo que yo espero. Para mí soy el principal favorito a ganar. Si no pienso eso, mala señal. Llegamos al objetivo en las mejores condiciones, tranquilo y confiado.