Cuba y Venezuela apuntan a EEUU tras la crisis hondureña
Dos semanas después del golpe, el proceso negociador auspiciado por EEUU en Costa Rica equipara al Gobierno legítimo y derrocado con los golpistas, que siguen ganando tiempo. El líder cubano, Fidel Castro, y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, han salido al paso en las últimas horas de este intento de hacer que, a la postre, el golpe haya triunfado.GARA |
El líder cubano, Fidel Castro, denuncia que en Washington presionaron al presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, para que negociara un «humillante perdón» y recordó que ese país está «ocupado por las fuerzas armadas de EEUU».
En un artículo titulado «Muere el golpe o mueren las constituciones», Castro asegura que mientras el mandatario estadounidense, Barack Obama, declaraba que el único presidente constitucional de Honduras es Zelaya, «en Washington la extrema derecha y los halcones maniobraban para que éste negociara el humillante perdón».
«ES obvio que tal acto significaría ante los suyos y ante el mundo su desaparición de la escena política", advierte a Zelaya EN la nueva columna de la serie «Reflexiones», divulgada por medios oficiales cubanos.
En relación al diálogo entre golpistas y Gobierno legítimo que se cerró el viernes sin avance alguno en la capital costarricense, Castro insiste en que «no sería comprensible que Zelaya admita ahora maniobras dilatorias que desgastarían las considerables fuerzas sociales que lo apoyan»
El líder de la Revolución cuban recuerda que «Honduras es hoy no solo un país ocupado por los golpistas, sino además un país ocupado por las fuerzas armadas de EEUU» y hace un repaso del sangriento historial de la base militar de Soto Cano.
Castro advierte en su mensaje de que si Zelaya no es repuesto en su cargo, «una ola de golpes de estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina, o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas».
«La autoridad de muchos gobiernos civiles en Centro y Suramérica quedaría debilitada -prosigue-. No están muy distantes aquellos tiempos tenebrosos. Los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de EEUU. Puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país», concluye.
«Error» de Hillary Clinton
En la misma línea, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, instó a Obama a que reconsidere «el gravísimo error» de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, de propiciar un diálogo de igual a igual con los golpistas.
La negociación «se convirtió en una trampa para la democracia y un muy peligroso grave precedente», porque significa hablar con «un usurpador», en referencia al presidente golpista, Roberto Micheletti, quien a juicio de Chávez debió ser detenido nada más pisar suelo en Costa Rica.
La declaración de Chávez fue considerada como «prematura» por Washington. «Hay una negociación en marcha y ésa es (...) la mejor vía para tratar de resolver esto pacíficamente y ayudar a Honduras a volver al orden democrático constitucional», aseguró tranquilo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Que EEUU no tiene prisa por restaurar la legalidad democrática en Honduras ha quedado acreditado con el paso de los días desde el golpe.
Un elenco de figuras de peso en la política estadounidense, que incluye a Otto Reich y a Lanny Davis, el abogado de la Casa Blanca bajo la presidencia de Bill Clinton, defiende a los golpistas. «Lo que ocurre en Honduras podría ser visto un día como la cima del intento de Hugo Chávez para minar la democracia en este hemisferio, o como una luz verde para la continua difusión del autoritarismo chavista bajo el disfraz de la democracia», advirtió el viernes Reich, secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental durante el gobierno de George W. Bush.
Resulta irónico que éste sea el segundo golpe que apoya Reich, el primero cuando era subsecretario de Estado y ofreció un apoyo implícito a la asonada contra Chávez en Venezuela. De hecho, fue acusado por el embajador venezolano ante la OEA de haber orquestado el golpe, extremo que el acusado negó.
El ministro de Exteriores del Gobierno golpista, Enrique Ortez, fue destituido ayer por Micheletti. Ortez se refirió hace días al presidente de EEUU, Barack Obama, como «el negrito»
Tras el final del primer encuentro entre delegaciones del gobierno legítimo y depuesto en Honduras y de los golpistas, el mediador y presidente de Costa Rica, Oscar Arias, mostró su satisfacción con la «conversación franca y respetuosa entre hermanos hondureños» y confirmó que en los «próximos días» se fijará la fecha para el siguiente encuentro con las dos comisiones de diálogo.
Esclarecedor, Micheletti afirmó desde Tegucigalpa que se mantendrá «hasta el último minuto» en el diálogo auspiciado por EEUU, el cuál, dijo, va «muy bien». Juan Barahona, coordinador del Bloque Popular y secretario general de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), alertó de que las reuniones en San José son «un diálogo de sordos, estéril que está dando tiempo a los golpistas».
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, auguró un proceso de negociación largo y lamentó la «intransigencia» de ambas delegaciones. GARA