«En estas dos etapas de los Pirineos nos jugamos gran parte del Tour»
Joseba ITURRIA
CORREDOR DEL EUSKALTEL-EUSKADI
El líder del Euskaltel trasmitía desde primera hora del día la motivación y el carácter positivo que le llevó a lanzarse a la batalla. A pesar de que la protección en su oreja delataba las secuelas de las caídas de Barcelona que le hicieron perder un minuto, anunciaba ya batalla para los Pirineos en busca de la etapa que persigue y que espera para este año, aunque sólo sea por probabilidades.
El sanpedrotarra realizó esta entrevista con GARA tras desayunar ayer en su hotel de La Massana. La reproducimos literalmente y nos limitamos a añadir en el último párrafo sus declaraciones tras la etapa.
¿Qué tal se encuentra?
Voy mejor. Han pasado más de 24 horas y el día malo lo pasé ayer. Después de la caída me desperté con el cuerpo muy resentido, Desde el primer momento me di cuenta de que era un día para sufrir e intentaré salvarlo y llegué contento por perder poco tiempo con los mejores. Si estando mal estuve cerca, en cuanto me recupere puedo estar con ellos e incluso delante de alguno.
¿Le apena que en Barcelona se fueran al suelo parte de la gran crono individual y colectiva?
Siempre intento buscar el lado positivo. El de Barcelona fue un día catastrófico. Me caí dos veces, pero no me rompí nada, pude seguir y sólo perdí un minuto gracias al gran trabajo del equipo. Me esperaron y pude entrar cerca de los mejores. Cuando hay un día catastrófico y el resultado no es tan negativo es para estar contento.
Es su séptimo Tour y decía antes de empezarlo que llegaba mejor que nunca a una salida...
A Mónaco llegué al 100% y aún me encuentro muy bien, muy fresco. No tengo la sensación de haberme vaciado y le he dado la vuelta a los golpes y a las magulladuras del día malo. A partir de ahora estaré mejor y por eso el balance es positivo. El Tour es siempre muy peligroso, pueden pasar muchas cosas como las caídas, pero tras ellas estoy entero, físicamente muy bien. Estoy cerca de los mejores y queda todo el Tour.
¿Alguien va a poder plantar cara al equipo Astana?
Físicamente no porque están muy fuertes y lo demuestran al estar segundo, tercero, cuarto y sexto. Quizás tácticamente sí, porque tienen tantos líderes que les pueden faltar gregarios. No es fácil que el que va sexto en la general se ponga al servicio de otro. Tampoco veo que estén los dos grupos tan definidos como dice la gente. Hay demasiadas individualidades. Si sólo fueran Contador y Armstrong y hubiera dos grupos ni tan mal. Cuatro por un lado y cinco por el otro. Pero también están Klöden y Leipheimer y no es fácil tener a tanto líder...
¿Qué objetivos se marca tras lo visto hasta el momento?
El primero ganar una etapa. Ayer fue Egoi y a partir de ahora todos los demás. Yo seguiré apretando todos los días para hacer una buena general, pero el objetivo prioritario del equipo y la afición es ganar la etapa.
¿El tiempo perdido le puede invitar a buscar una fuga en las etapas de Pirineos para meterse entre los diez primeros?
Soy consciente de que en este Tour hay muchos corredores como yo que se van a mover para hacer una general. No se conforman con eso y hay que buscar una etapa y eso pasa porque nos puedan permitir coger cierta ventaja para mejorar el puesto en la general. No me van a dejar veinte minutos, pero si rascamos dos por un lado y otros dos por otro iremos para adelante. Las etapas de hoy y de mañana -dice por las de ayer y hoy-, a parte de que son especiales porque toda la afición está esperándonos, las conocemos a la perfección y estamos supermentalizados. Se puede decir que nos jugamos gran parte del Tour en estas dos etapas, que es donde tenemos a toda la gente apoyándonos.
Y luego le quedan los Alpes, que son los puertos que más le van...
Estos días muchos amigos me mandaban mensajes de ánimos diciendo que estuviera tranquilo, que me iba a recuperar y que siempre quedan los Alpes. Para mí los Pirineos son especiales por nuestra afición, pero los Alpes se me han dado muy bien y en la tercera semana los corredores de resistencia como yo debemos aprovecharlo y es bueno para la confianza.
Porque el año pasado falló en los Alpes por un año cargado...
Por eso la apuesta ha sido aligerar el calendario para que no pase lo del año pasado, que llegué con muchos días de competición y muchas carreras disputadas. Estuve entre los diez primeros en casi todas las pruebas y para eso aprietas todos los días desde enero en Australia hasta julio. Siete meses son demasiados para estar en forma y la tercera semana se me hizo eterna. Por eso el planteamiento de este año ha sido correr menos al principio y lo que corría, con tranquilidad. Me he dedicado a lanzar los sprints a Koldo, en lo que me puedo desenvolver bien, pero sin gasto. En mayo empecé a pensar en mí y en Romandía, Catalunya y Dauphiné cada vez estuve mejor con el claro objetivo de llegar al 100% a Mónaco y lo más fresco posible.
¿Son un hándicap para el equipo los seis años sin ganar en el Tour? Yo diría lo contrario, por simples probabilidades, toca este año.
Declaraciones tras la etapa...
Sinceramente, no sé qué más podemos hacer para ganar una etapa. De salida, Amets, Egoi y Gorka se han filtrado en todos los intentos. La escapada definitiva se ha hecho por fuerza, había mucho interés en entrar y nos hemos ido a base de sufrir. Luego se ha ido seleccionado hasta que nos hemos quedado los cuatro más fuertes. Me he recuperado bien de las dos caídas de la etapa de Barcelona y he tenido muy buenas sensaciones, pero también hace falta una pizca de suerte para ganar y no la hemos tenido. Soy consciente de que no soy muy rápido y que me la tenía que jugar antes del sprint, pero no ha podido ser. Lo positivo del día es que he sacado algo de tiempo y me acerco a los primeros de la general. Pero hemos salido a por el triunfo y esos dos minutos son un premio escaso.
«Entiendo que el Tour me conviene más que el Giro, donde las subidas son más cortas y duras, para corredores muy explosivos. En el Tour son más largas, con pendientes menos acentuadas y me van mejor a mí».
«Si uno está mejor hará la general y el otro no tendrá ningún problema en ayudarle. Si estamos los dos bien, se tratará de seguir el ritmo en las subidas y nadie tendrá que trabajar para el otro. Entre nosotros no puede haber problemas».