La fiesta vasca más internacional cruza este fin de semana el Atlántico para convertir la calle Bourbon de Nueva Orleans (EEUU) en algo similar a la Estafeta iruindarra, pero con unos «toros» que ruedan en patines. Una legión de 80 patinadoras, con cuernos pegados al casco y un bate de plástico en la mano comenzó a perseguir, ayer a las 8.00, a quienes se encontraban en la emblemática calle. «Este año hemos dado más fuerte», dijo la patinadora Dawn Edwards a la radio WWL ante las quejas por blandad del año pasado.