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Los Jorrios por el encinar impenetrable

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Josu GRANJA

Los encinares cantábricos son una reliquia vegetal que se ha conservado muy bien gracias al karst. Es un matrimonio de conveniencia: el difícil relieve conserva el bosque original, el encinar kárstico, que se ha mantenido a salvo de pistas y repoblaciones. Sólo el carboneo se atrevió a cruzarlos por exiguas sendas, hoy casi perdidas, cerradas por la maleza. Recorrerlas puede suponer dejarse (literalmente) la piel y la ropa. Vamos a recorrer una de gran belleza en el macizo de Los Jorrios, que se mantiene bastante transitable porque se limpia de vez en cuanto para batidas de jabalí. Sin duda es la ascensión más interesante a esta cumbre.

Al Oeste de Biakaia, Basinagre (135 m) es último barrio de Trucíos antes de pasar a Cantabria. Aquí el valle del Agüera se estrecha entre la peña del Sol en la margen derecha y Costillacabrón en la izquierda. Las manchas de encinar caen desde lo alto y dan un toque agreste a su entorno. En el pueblo, son de apreciar los restos de la ferrería y del molino, que compartía la infraestructura con ella. Es el único que pervive en todo el valle.

Nada más cruzar el puente que da acceso al pueblo, parte una pista recta (oeste), al encuentro con otra. Seguimos unos metros por esta segunda a la derecha, hasta tomar un desvío que asciende por la izquierda. Justo antes de que salga a un prado, parte un camino entre setos que sube hasta una barrera junto a una cabaña. Ante nosotros se extiende el pastizal de Sopairo (210 m 0,15 h), una pequeña planicie situada sobre Basinagre que apenas se intuye desde abajo. Damos a una pista que seguimos un poco a la derecha. Pronto surge una senda por la izquierda (oeste) y se eleva en el límite del pinar y el karst, pasando junto a otra cabaña, dejando a la derecha una loma. Alcanzamos así un segundo rellano sobre los 300 m (0,20 h). Ante nosotros, un prado cercado de piedra, y justo al otro lado de la tapia se inicia una trocha que atraviesa todo el encinar de la margen izquierda de Valnero a media altura, ascendiendo suavemente hasta dar con la hondonada kárstica que se sitúa entre el Pico del Acebo y la cara este de Los Jorrios. Es una especie de cubeta que ofrece pasto al ganado, y recibe el nombre de Precencio. La trocha no tiene pérdida, pues es la única abierta en el túnel de vegetación. Antiguamente se utilizaría para el carboneo y subir el ganado a la Peña. Al final, dejamos abajo el encinar para salir a terreno más despejado. Subimos más fuerte y alcanzamos el rellano de Precencio (556 m 1,10 h). Hacia el Oeste, encaramos la fuerte pendiente. Se trata de ganar el lomo cimero que viene del punto culminante del macizo. Superamos un par de gradas para ello y llegamos al buzón, entre unas peñas (837 m 2 h).

Por el Barrranco de Valnero

Descenderemos por la ruta normal, muy marcada, que destrepa un par de chimeneas fáciles. Salimos así a la hierba del collado de Campo Pedreo (718 m 2,15 h). Desde aquí por pista bajamos rápidamente a la canal de Valnero. Este gran barranco seco está recorrido primero por un camino y luego, desde la Cantera de Perico, por pista. Esta explotación, que se ha retomado hace poco tiempo, es un lunar incomprensible dentro del terreno del Parque Natural de Armañón. Más abajo dejaremos la pista cuando cruza el cauce, para subir un poco y llegar a un cruce. Tomamos la pista que asciende al frente, en la dirección que traíamos, y llegaremos a Sopairo, punto por el que hemos pasado a la subida, y donde aparece de nuevo el camino hasta Basinagre (3,30 h).

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